Hace cinco años que la ley antitabaco entró en vigor y el número de sanciones, principalmente a propietarios de establecimientos hosteleros, ha sufrido un vaivén. Durante el primer año de aplicación de la normativa, en 2012, se registraron un total de 405 multas en Galicia, según los datos que maneja la Consellería de Sanidade. La cifra se elevó considerablemente al ejercicio siguiente, con 931. Pero a partir de entonces, las infracciones descendieron. En 2014, se impusieron 721 y el año pasado, 534.

Las de carácter leve, relativas a los locales que carecen de la señalización preceptiva, suponen desembolsos de entre 30 y 600 euros, mientras que las graves, por permitir fumar en lugares prohibidos, oscilan entre los 601 y los 10.000.