Los tres guardapescas de la Cofradía de Pescadores de Baiona acusados de inventarse una denuncia por furtivismo corroboraron ayer ante el juez la veracidad del acta de infracción que redactaron contra un excompañero tan solo un mes y cinco días después de que este dejase de compartir con ellos las tareas de vigilancia en las costas miñoranas. "Es inexplicable cómo este señor pudo acabar como furtivo de la noche a la mañana", recalcó el jefe de la brigada, Xosé Lourenzo, que se sentó en el banquillo de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial en Vigo, junto con sus colegas Darío Freire y Diego Regal.

La Fiscalía les imputa un delito de falsedad documental y solicita dos años y tres meses de prisión para cada uno, además de una multa de 3.000 euros. Por su parte, la acusación particular reclama seis años de cárcel, 14.400 euros de sanción y una indemnización de 9.000 euros para la presunta víctima, José Luis Lorenzo Suárez.

Los hechos se remontan al 4 de octubre de 2013. Los tres imputados coincidieron en que José Luis Lorenzo, cuyo contrato de vigilante había vencido el 30 de agosto de ese mismo año, se encontraba en torno a las 9.00 de la mañana junto su coche, un Renault Clío azul oscuro, en un camino de tierra próximo a las rocas de As Orelludas, en la parroquia oiense de Pedornes, desde donde controlaba la zona de acuerdo con "un furtivo conocido y agresivo", al que identificaron como Alfredo González "O Madrid", mientras que este extraía percebe. Aseguraron haber visto cómo ayudaba al mariscador ilegal a cargar un saco "de unos 40-50 kilos en el coche" y se marcharon. Señalaron asimismo que llamaron a la Guardia Civil para que los interceptase en la carretera que une Baiona con A Guarda, pero que pudieron haberse escapado por vías secundarias.

El denunciante lo negó. Insistió en que aquella mañana acudió a la Cofradía de Noia, donde participó en una charla para conocer el trabajo que iba a desempeñar allí, también como vigilante. Indicó que llegó a Cambados en su propio vehículo a las 8.00 y que desde allí partió hacia el destino, a donde llegó una hora más tarde.

Los horarios centraron buena parte de las preguntas de los abogados a los testigos. Dos representantes del pósito coruñés que declararon por videoconferencia manifestaron que José Luis había acudido a dicha reunión, pero tarde, pasadas las once de la mañana. Por su parte, el responsable de la empresa de seguridad que iba a contratarlo señaló que sí se había personado a las nueve de la mañana.

Trifulca al día siguiente

El encontronazo entre el denunciante y los acusados no acabó aquel 4 de octubre. Según admitieron unos y otro, al día siguiente, volvieron a verse en el mismo lugar. Los guardapescas se desplazaron para comprobar si su excompañero y el mismo furtivo repetían su cita. Y allí los encontraron. Manifestaron que "O Madrid" amenazó a Xosé Lourenzo, de manera que se refugió en la furgoneta de una percebeira de A Guarda.

La versión de José Luis Lorenzo fue otra. Admitió que estaba allí, pero porque había quedado con "O Madrid". Explicó que este quería probar su coche para comprárselo. "Empezaron a discutir y yo me marché. No quería jaleo", dijo.

El juicio continúa hoy, pendiente de las declaraciones de nuevos testigos y de las conclusiones de las partes.