La otra tragedia de San Simón
Se cumplen 66 años de la muerte de 43 falangistas en un naufragio en la ensenada

La lancha "Monchita" en la que viajaban las víctimas. // Archivo C. Fosca/FdV
Ivan Leis - Redondela
Una cruz erigida sobre la peña más cercana a la isla de San Simón recuerda a las víctimas de la tragedia que se produjo en la ensenada el 22 de agosto de 1950. "Aproximadamente a las cinco y media de la tarde, una lancha motora que se trasladaba a tierra conduciendo personal del Albergue Nacional de la Guardia de Franco, de la isla de San Simón, al llegar a la mitad del recorrido zozobró hasta hundirse por completo", relataba al día siguiente FARO DE VIGO. Las primeras informaciones hablaban de diez muertos y 29 desaparecidos. En días posteriores se daría la cifra definitiva de 43 muertos.
El relato del Decano detalla que unos 65 falangistas que pasaban sus vacaciones en la isla ¬-pocos años después de su uso como presidio de opositores- habían embarcado en San Simón a bordo de una lancha denominada "Monchita". Pusieron rumbo al muelle de Cesantes para jugar un partido de fútbol en Redondela.
"A la mitad del trayecto, entre la isla y la playa, de la abarrotada motora cayó uno de sus ocupantes al agua. Dada la voz de alarma, la lancha hizo un viraje para recoger al que había caído al agua, y bien sea por la marejadilla existente en aquellos momentos o porque un gran número de ocupantes fueron apelotonados hacia una de las bandas, la motora zozobró", explicaba en su primera página FARO.
El súbito naufragio hizo cundir el pánico entre los ocupantes de la lancha, "varios de los cuales, en lucha desesperada,consiguieron salvarse, bien manteniéndose sobre tablas o sobre la quilla del barco o nadando; pero otra gran parte, sea por no saber nadar o por no tener donde asirse, fueron al fondo de las aguas", continúa la crónica. En la zona del naufragio la profundidad es de unos 4 metros, pero el hecho de que unos se agarrasen a otros con intención de mantenerse a flote, precipitó el fatal desenlace.
En auxilio de las víctimas acudieron embarcaciones pesqueras que faenaban en Cesantes. "Recogieron a varios náufragos en estado de asfixia, algunos de los cuales, conducidos rápidamente a la isla de San Simón, volvieron en sí", recuerda el periódico.
Sin embargo la operación de rescate en la que se utilizaron buzos de la Armada desveló que la mayoría de los desaparecidos se habían hundido con la lancha, pues sus cuerpos aparecieron fuertemente asidos a la misma. Solo tres estaban en el interior de la cabina. De los 43 muertos, ocho eran gallegos y el resto de toda la península.
Conmoción
El suceso conmocionó a toda la comarca. Las víctimas fueron trasladadas a un embarcadero en Rande, y luego veladas en la sede del Auxilio Social de Redondela, en el paseo de A Xunqueira.
A los funerales que se oficiaron dos días después con las máximas autoridades políticas, religiosas y militares de Galicia, se sumaron los redondelanos. Dice la crónica que "en la villa ondeaban las banderas a media asta, y los edificios particulares aparecían con colgaduras de los colores nacionales y crespones de luto. Las campanas de las parroquias tañían a difuntos". Cientos de coronas se depositaron junto a los féretros que se trasladarían a los lugares de origen de las víctimas.
El fotógrafo redondelano Carlos "Fosca", que vivía en la isla, fue uno de los supervivientes del naufragio.

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