La tripulación de la carabela La Pinta calmó su sed probablemente con agua de la Fonte das Monxas y no del Pozo de la Aguada, como se creía hasta ahora, durante el regreso de Baiona hacia Palos de la Frontera. Tras arribar a la villa real el 1 de marzo de 1493 con la noticia del Descubrimiento de América y recuperarse de las penurias del tornaviaje por el Atlántico, los marineros capitaneados por Martín Alonso Pinzón pudieron llenar sus toneles en el manantial ubicado junto al convento antes de partir hacia su puerto base. Así lo sugieren la arqueóloga Rosa Villar y la historiadora Cristina Vilar, autoras de una investigación que revela que la fuente de tres caños se creó en torno al siglo XV y es la más antigua del casco histórico baionés. Más incluso que la Fonte de Ceta, considerada hasta ahora como la primera en construirse en la zona monumental en 1678.

El estudio arrancó tras la recuperación de la Fonte das Monxas, soterrada bajo el asfalto hasta que la remodelación de la calle Carabela Pinta la sacó de nuevo a la superficie en 2011. Rosa Villar dirigió la excavación arqueológica obligada durante las obras. "Pensabamos que a fonte databa do século XVII ou XVIII. Ao existir aínda memoria sobre ela e o seu lavadoiro entre a poboación críase que era contemporánea. Pero cando a desmontamos, descubrimos un corpo anterior con decoración medieval, moi simple, cunhas ondas de agua", explica. Poco después, Cristina Vilar, directora de la biblioteca y del archivo municipal, encontró un revelador documento. Se trataba de un acuerdo municipal de 1545 que aprobaba el pago de 9 reales y 44 maravedíes por una reforma del surtidor de agua, entonces llamado Fuente da Freirya, dirigida por el maestro Juan un año antes. "Isto demostra que a fonte xa existía con anterioridade. A arribada de La Pinta produciuse 51 anos antes da remodelación, así que é moi posible que xa estivese alí o manancial daquela e que fose o único da vila", señala. Ambas investigadoras sostienen que el Pozo de la Aguada es muy posterior al desembarco de Pinzón. "Non existe documentación sobre el nesa época nin aparece nos planos posteriores do século XVII. Pensamos que podería terse construido no século XIX, cando se fixo a antiga praza de abastos da Ribeira", argumenta Rosa Villar.

Los escritos hallados por Cristina Vilar en el archivo municipal desvelan que la Fonte das Monxas era inicialmente como la encontró su compañera de investigación, con tres caños y unos sencillos grabados ornamentales en la piedra, en medio de terrenos de cultivo. Su envoltura con bloques más grandes llegaría en el siglo XVII, cuando pasó a llamarse Fuente Principal o Fuente de la Villa. La última reparación importante aparece en 1914 -bautizada ya popularmente como "fuente de las monjas" por su emplazamiento próximo al convento de las Dominicas-, en la que se eliminaron dos caños y el lavadero y se construyó una acequia de 70 centímetros que numerosas vecinas utilizaron para lavar la ropa hasta 1964, año en que el pavimento de la calle Carabela Pinta cubrió el conjunto hasta su restauración hace cinco años.