Las administraciones públicas de España y Portugal piensan obligar a tener licencia de pesca a todos los usuarios de las "pesqueiras" históricas del río Miño, ubicadas fundamentalmente en la zona de Arbo.

La medida fue tratada en la última reunión de la Comisión Internacional de Límites celebrada en Tui el pasado día 2 y aborda una problemática histórica del sector.

En el momento actual generalmente solo uno de los propietarios usuarios de los "pescos" cuenta con licencia de pesca, que sería entendida como una licencia conjunta a nombre de uno de los usuarios.

Los "pescos" son instalaciones fijas de piedra, en el propio río, algunas de ellas, se dice, con más de mil años de antigüedad y son propiedad de varias personas, que las han recibido en herencia.

En la reunión de la Comisión Internacional de Límites se abordó la problemática indicando que cada uno de los usuarios debe contar con licencia individual de pesca si quiere utilizar esos pescos, y se compara con las embarcaciones, donde cada uno de los tripulantes cuenta con su propia licencia.

La decisión no está tomada todavía, se encuentra en fase de estudio, y debe ser todavía aprobada tanto por España como Portugal para entrar en vigor.

El alcalde de Arbo, Horacio Gil, que asistió a la reunión de la Comisión de Límites, indicó que esa decisión de llevarse a cabo "supondrá un antes y un después" en la pesca de la lamprea de forma tradicional en Arbo "ya que el rendimiento de la pesca es inexistente en algunas de las pesqueiras y puede que a muchas personas no le compense".

Gil recordó que la pesca de la lamprea en Arbo, en muchas de esas pesqueiras es pesca de autoconsumo "y por lo tanto, de llevarse a cabo la medida, muchas personas desistirán".

Las pesqueiras tradicionales, para las desde el Concello de Arbo y entidades privadas se pidió hace cuatro años la declaración de Bien de Interés Cultural, cuando gobernaba el concello el alcalde nacionalista Xavier Simón, son construcciones en los que aún se pueden capturar lampreas y otra fauna piscícola del río.

Desde hace años diversas entidades de la comarca impulsan iniciativas, en diversas instancias (sociales y políticas), a favor de mantener vivos los valores vinculados al rico patrimonio que la actividad humana fue creando en el acontecer histórico en la ribera del río.

La declaración de las pesqueiras del río Miño como elementos clasificados Bienes de Interés Cultural (BIC), en la categoría de lugar de interés etnográfico, es el mayor grado de protección previsto por la Ley del Patrimonio Cultural de Galicia y fue intentando varias veces sin ser posible.