Pese a tratarse de una comarca eminentemente turística, el Val Miñor tiene una asignatura pendiente con los autocaravanistas. El Concello de Gondomar quiere dar respuesta a esa demanda y planea un área de servicio para que los usuarios de este tipo de vehículos dispongan de un espacio cómodo para pernoctar, abastecerse de agua y limpiar sus sistemas de saneamiento. El concejal de Turismo, Xosé Antón Araúxo, de Manifesto Miñor, es el impulsor del recinto, que se ubicaría en el entorno del Centro de Desenvolvemento Local (CDL), junto al antiguo gimnasio que en la actualidad se utiliza como almacén. El edil considera que será "un elemento xerador de recursos económicos e un polo de atracción de visitantes".

Su proyecto incluye un estudio económico que cifra los beneficios para la localidad en 250.000 euros al año. De esta cantidad, 9.000 euros corresponderían a los ingresos directos para el Ayuntamiento por la explotación del aparcamiento y el resto, serían ganancias para los negocios locales. El coste de la estancia por vehículo alcanzará los 5 euros por día en temporada alta y 3 el resto del año.

La explanada prevista dispondrá de una capacidad para una veintena de autocaravanas y contará con servicios como tomas de agua y de suministro eléctrico y conexión al saneamiento para la evacuación de aguas grises. Instalaciones que, según explica Araúxo, "requiren unha inversión mínima".

El proyecto cuenta con el apoyo de la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA). Xosé Antón Araúxo mantuvo recientemente un encuentro con sus dirigentes, que valoran la ubicación de la futura área de Gondomar "pola súa proximidade ao centro da vila, a unha área recreativa e deportiva, á xefatura da Policía Local e pola continuidade cun espazo fluvial". Los representantes del colectivo se comprometen además a divulgar el aparcameinto en sus guías especializadas.

La apertura del recinto irá asociada al lanzamiento de eventos temáticos dirigidos a los autocaravanistas como concentraciones, actividades deportivas o culturales. Cada uno de los encuentros generaría un movimiento económico de 13.500 euros, según los cálculos del edil.

La iniciativa contempla además rutas guiadas por el municipio para dar a conocer su patrimonio medioambiental e histórico, con especial incidencia en los yacimientos arqueológicos y en los montes de A Groba y O Galiñeiro.