Cumplir 60 años como sacerdote no es algo que se pueda decir todos los días, ni siquiera todos los años, pero en la jornada de ayer sí fue posible felicitar a cuatro sacerdotes pertenecientes a la Diócesis Tui-Vigo por tamaña cifra. PaulinoGonzález (1932), Juan Manuel González Blanco (1931), Celso Rodríguez Fernández (1932) y Alfonso Fernández Galiana (1931) recibieron sus bodas ministeriales de diamante por haber desempeñado durante seis décadas la labor sacerdotal en diferentes parroquias. A la cita también estaba llamado Francisco Alvite Lago, quien fue párroco en Cesantes y también profesor de Instituto en Redondela, pero excusó su ausencia por motivos de salud.

El acto de conmemoración de estos aniversarios, celebrado conjuntamente en el Seminario Menor de Tui y la Iglesia de San Francisco, también sirvió para festejar los aniversarios de ordenación de otros 5 curas. Alfredo Jorge Carrera, nacido en 1940 y actual párroco de San Paio de Navia; y Benito Estévez Domínguez, nacido en 1942 y cura de las parroquias tomiñesas de Sobrada y Piñeiro; celebraron sus más de 50 años ejerciendo como sacerdotes, las denominadas bodas ministeriales de oro.

Por su parte, Carlos Carrasco (1959), capellán de la Asociación Aboal; Guillermo Juan Morado (1966), párroco en la parroquia de San Pablo y doctor en Teología; y Juan José González Estévez (1963), párroco de Gondomar y Secretario y Profesor del Instituto Tecnológico de Vigo; conmemoraron sus bodas sacerdotales de plata, que acreditan sus 25 años en el cargo.

Enorme agradecimiento

Durante la homilía celebrada en la iglesia de San Francisco, el obispo Luis Quintero Fiuza dedicó unas sentidas y no menos honestas palabras de "enorme agradecimiento por la impagable labor desarrollada a lo largo de todos estos por un grupo de sacerdotes cuya dedicación ha contrubuido mucho a mejorar la convivencia en muy diferentes parroquias de nuestro obispado". La mañana de júbilo y reconocimineto tuvo su punto final en una comida que valió para repasar las diferentes trayectorias.

Ahora, posteriormente a esta celebración con sus compañeros, cada uno de los homenajeados celebrará esta conmemoración en sus respectivas parroquias o comunidades.