La nueva pasarela sobre las vías del tren en Cabanas (Trasmañó), construida en los últimos meses para trasladar el material necesario para la ampliación del puente de Rande, se mantendrá tras las obras como solución definitiva al peligroso paso a nivel sin barreras de la zona.

Este viaducto estaba planteado, en un principio, como una estructura provisional para permitir el tránsito de la maquinaria durante los trabajos en los pilares de este tramo de la autopista AP-9. Sin embargo, tras las gestiones realizadas por el gobierno local de Redondela ante el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), se consiguió modificar el proyecto para ampliar la altura y que el puente permanezca tras las obras para uso de los vecinos de la zona y para acceder a la playa de Cabanas sin necesidad de atravesar las vías del ferrocarril, ya que hasta el momento es el único acceso disponible.

Este conflictivo paso a nivel de Cabanas está considerado como uno de los puntos más peligrosos de la red ferroviaria en el municipio redondelano, puesto que carece de medidas de seguridad como barreras o señales luminosas que adviertan de la presencia de los trenes y se sitúa en las inmediaciones de dos curvas.

El alcalde redondelano, Javier Bas, explica que este paso elevado será solo para uso peatonal y para los vehículos de emergencias, como una ambulancia o un camión de bomberos, por lo que no se permitirá el acceso a los turismos particulares. "Se trata de aprovechar una estructura que ya está construida como solución definitiva del peligroso paso a nivel, pero lo que no se pretende de ninguna forma es construir una carretera hasta la playa. Otra cosa distinta es que, si algún vecino de la zona dispone de garaje en su casa, se estudiaría permitirle el paso, pero eso es una cuestión que se tiene que valorar caso a caso", apunta Bas.

El puente fue construido por la unión temporal de empresas formada por Puentes y Dragados, adjudicataria de la ampliación de la AP-9, y ya está operativo desde hace dos meses. Está formado por un tablero de hormigón con una calzada de ocho metros de anchura para permitir el paso de los camiones y excavadoras de las obras de Rande.

Los residentes llevan años reclamando un paso seguro que evite el trazado ferroviario, ya que en la zona hay varias casas que su único acceso hasta ahora es por las vías y también el lugar es muy frecuentado en los meses de verano por los usuarios de la playa de Cabanas.

Los vecinos ya reclamaron en 2007 al gobierno local -dirigido entonces por el socialista Xaime Rei- que gestionase con Adif medidas para corregir esta situación, aunque descartaron construir un paso elevado.