La parte lúdica del proyecto que planteaba el PP resultaba mucho más ambiciosa. Además de parques infantiles y biosaludables, proponía un auditorio al aire libre en forma de anfiteatro con capacidad para 1.200 personas y un aparcamiento con 200 plazas en Porto do Molle en una parcela de 270.000 metros cuadrados.

La zona de ocio se queda ahora reducida a 22.500 metros cuadrados e incluye una pista de atletismo de 6 calles y 400 metros y otra de skate, así como un parque infantil con tirolina y juegos de madera. Los populares habían encargado un estudio de viabilidad para instalar un complejo deportivo privatizado en régimen de concesión, pero los socialistas prefieren un área de deporte pública.