Los socios del Porriño Industrial están preocupados. El histórico equipo de fútbol porriñés puede verse abocado a la desaparición después de que una investigación judicial ponga en peligro las ayudas públicas al fomento del deporte, justificadas en la labor social con la formación de los más jóvenes.

La alcaldesa, Eva García de la Torre, ha convocado hoy a una reunión privada a la directiva para estudiar soluciones y dar explicaciones, según informó a FARO un componente del club, pero las soluciones parecen muy pocas.

El club tendría pendientes de justificación ayudas de 2015 por más de 50.000 euros, pero es más, la Fiscalía investiga incluso la posibilidad de que existan facturas falsas para realizar las justificaciones, y que nunca existieron realmente, y si en la dirección anterior del club pudo existir desvío de fondos, parte de los cuales fueron usados ilegalmente por un directivo, según él mismo reconoció.

Sin depender del Concello el club, que tiene nueva directiva tras una moción de censura al anterior presidente, debe conseguir apoyo privado lo que parece muy complicado en tiempos de crisis.

83 años de fútbol

El Porriño Industrial nace de la fusión en 1965, del Louriña F.C. y el Zeltia. Este segundo equipo fue fundado en 1933 con el nombre de Porriño Fútbol Club, y pasó a denominarse Zeltia, al ser patrocinado por esta empresa.

En sus 83 años de fútbol, su mayor éxito deportivo fue en la temporada 58-59 y que tras proclamarse campeón gallego de aficionados disputó la final absoluta contra el Salamanca quedando subcampeón de España.

En la actualidad cuenta con 16 equipos de todas las categorías, y se ha constituido en un ente de gran dinamización social. Su principal equipo juega en la liga preferente de Galicia Sur y cientos de aficionados le siguen. Este Domingo viajarán a tierra de Monterrey para jugar y el día 20 el partido se disputará en Porriño contra el Alerta Traviesas.

Muchos aficionados sintieron con tristeza la deriva de los últimos meses de la anterior directiva y asistieron con expectación a la caída de esta con una moción de censura y a la posterior votación para la elección del nuevo equipo gestor, sin embargo no entienden como no se ha podido buscar una solución para que el Concello pueda seguir apoyando al club.

Pero el problema no es solo de este equipo, también el Baloncesto Porriño sufre una crisis por la mala gestión de su anterior directiva, y los demás equipos y clubs de Porriño están arrastrados por la justificación rigurosa que se impone desde el Ayuntamiento para evitar desmanes con el dinero público.