La reyerta entre los vendedores ambulantes gitanos del clan de los morones y de los zamoranos, ocurrida el 6 de noviembre de 2015, que obligó al cierre de los mercadillos en Vigo después del tiroteo con un herido del que fueron víctimas tres vehículos de este último grupo, llevó ayer hasta el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Tui a Sinaí Giménez Jiménez, del clan de los morones, quien por exhorto del Juzgado de Redondela, declaró durante media hora en calidad de imputado, como consta en el acta de información de derechos que le entregaron.

Después de la comparecencia, Giménez informó que en su declaración ha negado que lo sucedido fuese un "altercado" y admitió que "hubo tensión e insultos por parte de los morones hacia los zamoranos".

Mostró su extrañeza al no haberle preguntado la jueza por un arma de fuego cargada, encontrada en el recinto de mercadillo de Redondela, motivo por el que, según afirma, fue citado. Ha dejado constancia en su declaración -dice- que existe una supuesta "conspiración policial y política contra mi persona" que próximamente será denunciada ante los tribunales, dado que sólo han sido llamados a declarar él y miembros de su familia, como su hermana y una sobrina, cuando allí estaban más de 300 ambulantes. En el mismo tono, advirtió que puede que se repita en este año en Galicia lo ocurrido en los años 80, con la conspiración política y policial del GAL.