Los buenos resultados logrados en las últimas temporadas de choco con el vivero tradicional creado junto a la isla de San Simón ha llevado a la cofradía de pescadores a repetir esta iniciativa. La Cofradía de Pescadores solicitó a principios de año permiso a la Consellería de Medio Rural e do Mar para instalar un nuevo espacio destinado a facilitar el desove del cefalópodo, con el objetivo de multiplicar las capturas de esta especie en la próxima campaña. La autorización llegó la semana pasada, según explicó el patrón mayor, Clemente Bastos, y el objetivo es iniciar los trabajos en los próximos días.

Esta antigua técnica consiste en depositar ramas de pino en el fondo de la ría para favorecer la reproducción de esta especie. Las resinas de este árbol mejoran el agarre de las huevas del cefalópodo mientras que la frondosidad del follaje protege a la cría de otras especies depredadora. Esta práctica era muy popular entre las pasadas generaciones de marineros para mejorar la productividad del choco, aunque se encontraba en desuso desde hace años hasta que hace cinco años los pescadores redondelanos decidieron recuperarla.

En las últimas campañas se fueron creando viveros en distintos puntos, aunque el pasado año la consellería no lo autorizó. El pósito, sin embargo, insistió en esta campaña al considerar que la técnica no causa ningún perjuicio en el ecosistema marino y supone una importante mejora en el balance de capturas de la especie. Ahora que ya disponen del permiso, el patrón mayor ya se ha puesto en contacto con la comunidad de montes de Cedeira para que les suministre las ramas y depositarlas cuanto antes puesto que en estos primeros meses del año es cuando el choco entra en el interior de la ensenada de San Simón para desovar.

"Para nosotros es fundamental proteger este recurso porque es el sustento de muchas familias en el municipio, y no podemos perder tiempo porque es ahora cuando llega para reproducirse", señala Bastos, que advierte que el periodo de desove dura unos dos meses.

Por otra parte, la cofradía redondelana también estudia los efectos de los últimos temporales y las fuertes riadas sufridas en los recursos pesqueros y marisqueros. La semana pasada expresaron su indignación con el mal estado que presentaba la playa de Cesantes, cubierta de plásticos, restos de aparejos, troncos y ramas arrastrados por la marea. Además en algunos puntos también se depositaron lodos y todo tipo de sedimentos procedentes de los ríos que pueden perjudicar a los bancos marisqueros.

También la abundancia de agua dulce eleva mortandad de choco y de almejas debido a la alteración de la salinidad.