Descender al medievo desde el siglo XXI merece una transición sosegada, un paseo de apenas un minuto que permita al viajero en el tiempo aclimatarse, abrigado, por ejemplo, por altos muros de piedra musgosa como los que encierran la estrechísima rúa Entrehortas, un pasadizo casi secreto en pleno corazón de Baiona que estos días permite dejar atrás el estrés de la vida moderna y adentrarse en el bullicioso burgo del siglo XV que recibió la primera noticia de un nuevo mundo al otro lado del mar.

Así, entre parrillas humeantes, artesanos en plena faena, puestos de venta de artículos diversos, música y animación callejera, cientos, miles de visitantes recorrieron ayer el casco histórico baionés, donde un año más -y van veintiuno- se festeja la arribada de la carabela La Pinta con la primicia del Descubrimiento.

VER GALERÍA | Torneo medieval ayer en la playa de A Ribeira. // Marta G. Brea

Ni los oscuros nubarrones, que encapotaron el cielo de forma intermitente durante la jornada, ni el frío consiguieron deslucir las celebraciones, que estrenan su condición de interés turístico internacional con un amplio programa de actividades y espectáculos.

La playa de A Ribeira volvió a convertirse, junto al casco histórico, en el principal escenario de la fiesta. Allí tuvo lugar a mediodía un espectáculo de cetrería y, ya por la tarde, una demostración de tiro con arco, el habitual torneo de justas y, ya a las 20.30 horas -pese a que hizo su aparición la lluvia, ausente durante el resto de la jornada-, el plato fuerte del día, la representación teatral "Arribada do Descubrimento", obra que recrea el desembarco de Martín Alonso Pinzón y su tripulación en Baiona el 1 de marzo de 1493. La pieza, con dramaturgia de Avelino Sierra y dirigida desde hace una década por Mónica Sueiro, volverá a representarse esta tarde, a partir de las 18.00 horas.

Siendo uno de los principales polos de atracción, A Ribeira no fue el único. Otro se encontró en el parque de A Palma, donde un gran parque de aventuras divirtió sobre todo a los más pequeños, que pudieron realizar descensos en tirolina o por la gran rampa de un castillo medieval, participar en talleres creativos, asistir a duelos de esgrima o conocer la vida de soldados y caballeros medievales durante la contienda.

Exposiciones y espectáculos teatrales y de magia se sucedieron en varios espacios públicos y edificios municipales del casco histórico, que hoy vivirá una nueva jornada festiva, dando oportunidad a nuevos visitantes de revivir con los baioneses un pasado de leyenda.