Un chico y una chica, vecinos de Vigo, pasaron posiblemente la hora más larga y angustiosa de sus vidas al extraviarse el pasado martes cuando realizaban la ruta de senderismo de los molinos de Folón y Picón, en O Rosal.

Fue crucial, como informa Efe, que uno de ellos diese la alarma al 112 Galicia e informase de su ubicación a través del servicio de comunicación de texto de telefonía móvil. El GPS facilitó su localización por parte de una patrulla de la Guardia Civil del puesto de A Guarda, formada por dos agentes, que a las 21.35 horas conseguían llegar junto a los senderistas, al escuchar sus gritos mientras permanecían a oscuras, en las faldas de un monte pedregoso.

El 112 Galicia recibía la llamada de alarma de uno de los excursionistas sobre las 20.20 horas del pasado martes, para informar que se habían perdido realizando esa ruta y no encontraban el camino de regreso.

La patrulla de la Benemérita salió en su busca con un todoterreno que llegó hasta la parte más alta de la ruta de los molinos. Dejaron las luces del vehículo encendidas, para ayudar a su orientación, e iniciaron el rastreo iluminando el camino con linternas y descendiendo por la ladera. Los guardias escucharon los gritos de los jóvenes que luego les explicaron lo sucedido, cuando se perdieron y se les hizo de noche, sin saber hacia dónde ir. La joven se encontraba nerviosa y cansada, pero ninguno de ellos precisó de atención sanitaria. Fueron trasladados por los agentes en el todoterreno, hasta llegar junto a su vehículo, en el que regresaron a su domicilio.