Conocer si la actual red de abastecimiento podrá satisfacer la demanda de agua del futuro complejo residencial del monasterio es para el Concello de Oia un primer paso irrenunciable para reanudar la tramitación del proyecto de recuperación del cenobio del siglo XII que, tras una década de gestiones, permanece bloqueada, por decisión del pleno, desde octubre.

Por ello la alcaldesa oiense, la popular Cristina Correa, mantuvo ayer una reunión con Augas de Galicia en la que solicitó al ente autonómico la realización de "un estudio que garantice qué cantidad de agua hay disponible". El objetivo es comprobar si el recurso, procedente exclusivamente de acuíferos, "cubre la necesidad de 495 metros cúbicos diarios que estima el proyecto", señaló la regidora.

Las dudas sobre la capacidad de las redes de abastecimiento y saneamiento para atender al futuro conjunto residencial fueron, precisamente, los motivos por los que PP y sus actuales socios de gobierno, de Converxencia Galega, votaron en contra de la aprobación del proyecto urbanístico, que prevé, además de la restauración del monasterio -bien de interés cultural desde hace más de 80 años-, una urbanización anexa con una veintena de viviendas unifamiliares.

La intención del gobierno local es ahora lograr un acuerdo con la Xunta y la Diputación por el cual ambas administraciones se comprometan a financiar las obras necesarias para garantizar estos servicios básicos que "el Concello por sí solo no puede asumir", apuntó la alcaldesa.

Estas conversaciones, aseguró, ya se encuentran avanzadas en el caso del Gobierno gallego, cuyas consellerías de Medio Ambiente e incluso Cultura, según Correa, "han comprometido su apoyo". Sin embargo, el Concello no ha obtenido aún respuesta de la Diputación, "a la que hemos solicitado una reunión que aún no ha tenido respuesta", advierte.