Cuarenta y dos empresas del sector maderero del sur de la provincia piden a la Consellería do Medio Rural que ponga fin a la prohibición de cortar y trasladar pinos en un radio de 20 kilómetros desde el punto en el que se detectó el brote del nematodo del pino, en Taboexa (As Neves) en 2010.

Son las empresas que se han visto directamente perjudicadas durante los últimos cinco años por las medidas cautelares impuestas las que demandan información a la Xunta al respecto. Temen que la Consellería vuelva a prorrogar estas restricciones que expirarían el próximo 13 de abril. La prohibición de movimiento de madera de pino en este ámbito se había fijado inicialmente para tres años pero se prorrogó, directamente a través del Diario Oficial de Galicia, en 2014 y 2015, sin comunicación alguna con el sector.

Más de 200 empresarios y trabajadores afectados se reunieron ayer en el auditorio de Ponteareas para abordar esta preocupación. En el encuentro, el presidente del grupo provincial de aserraderos y rematantes de Pontevedra, Fernando Castro, definió al brote del nematodo como "el golpe más duro que muchas empresas y propietarios han vivido nunca" por poner en peligro "su único medio de vida".

Y es que durante estos cinco años no han podido mover madera, entre los meses abril y octubre, aproximadamente, en un territorio que comprende 19 ayuntamientos afectados desde Melón hasta Tui, Vigo o Pazos de Borbén.

"Necesitamos saber si se va a levantar la restricción, porque en función de eso compraremos más madera o no, porque si a partir de abril no vamos a poder cortarla no nos interesa comprarla en esta zona" comenta Castro, quien explica que durante todos estos años han tenido que aprovisionarse de madera de pino en zonas más alejadas con un incremento de costes al tener que desplazar maquinaria y trabajadores. "El sector, que afrontó estos años en solitario, carece de información para poder planificar su actividad industrial y asegurar el empleo" reivindica Castro.

Estas restricciones también han tenido consecuencias en el empleo. Se han perdido parte de los 300 puestos de trabajo que generaban estas 42 empresas de la zona afectada, algunos por no poder costearlos durante los siete meses que queda sin actividad el área afectada.

En la reunión de ayer también participaron comunidades de montes, la Asociación Forestal de Galicia y los alcaldes de Ponteareas, As Neves, Mondariz y la teniente de alcalde de Salvaterra de Miño. Estos últimos acordaron crear un grupo de trabajo con todos los regidores de la zona para apoyar al sector y solicitar a la Consellería do Medio Rural información al respecto. Se reunirán la próxima semana.