Aliviados por haber despertado a tiempo aunque apenados por haberlo perdido todo. Un matrimonio de Arbo y su hija de 9 años han perdido su casa en un incendio originado ayer de madrugada. Todos dormían cuando el ruido de las llamas despertó a la mujer que rápidamente alertó a su marido y a su hija y todos pudieron abandonar la vivienda por su propio pie sin sufrir daños. A las 00.10 horas alertaron del fuego al 112 que movilizó a los bomberos voluntarios de Melgaço y a los de Ponteareas.

Cuando llegaron los efectivos al lugar de A Estación, en el centro de Arbo, el fuego ya había invadido la segunda planta por completo. Las llamas salían por el tejado y por la fachada. Consecuentemente, el segundo piso se derrumbó y la primera planta corre riesgo de hacerlo también. La casa ha quedado inhabitable. Todo el mobiliario y las pertenencias de la familia quedaron reducidas a escombros.

El incendio se originó en la segunda planta, y la principal hipótesis apunta a una estufa de pellets como causante, aunque no se descartan otras posibilidades.

Los bomberos ponteareanos explican que la casa carecía de placa de hormigón y al ser su estructura de madera el fuego avanzó vorazmente. Además, ante el riesgo de derrumbe, los efectivos tuvieron que sofocar el fuego de la vivienda de 20 metros de altura desde el exterior sin contar con grúa articulada."A las cinco de la mañana pudimos controlar lo más gordo y por completo alrededor de las siete de la mañana" explicaba ayer, Néstor Reinaldo, uno de los bomberos de las dos dotaciones que acudieron desde el parque municipal de Ponteareas con dos camiones autobomba urbanos, ayudados de los voluntarios portugueses que movilizaron tres dotaciones.

Los bomberos ponteareanos trabajaron durante 17 horas. Tuvieron que refrescar continuamente la vivienda para evitar que alguno de los rescoldos se reavivase pudiendo afectar a las viviendas contiguas. De hecho, el fuego también afectó al tejado de la casa anexa que está actualmente deshabitada.

Según trascendió en el lugar, el matrimonio propietario de la vivienda había comprado esta casa hace unos años y la había rehabilitado, aprovechando los conocimientos del hombre en carpintería.

Ahora se alojarán en la casa del padre de él y seguirán al frente de su negocio, el restaurante Casa Barcia, dedicado entre otras especialidades a la lamprea, de inminente temporada.

Por su parte, la Coral de Arbo ya organiza un concierto benéfico en el que espera que participen otras agrupaciones para recaudar fondos para la familia. Mientras que el Anpa del colegio arbense se ha ofrecido a gestionar la adquisición para la niña unos nuevos libros de texto, ya que los suyos son ahora solo cenizas.