La decisión de dotar con dirección única al nuevo vial de acceso al barrio de Cidadelle ya es objeto de críticas pese a que la calle todavía no fue abierta al tráfico. Tanto la Asociación de Vecinos de Chapela como la Asociación de Afectados por la Ampliación de la Autopista consideran poco ambiciosa esta actuación después de dos décadas de espera y advierten que no solucionará el problema existente, puesto que no se despejará el tráfico de coches en el cruce de la Avenida de Redondela donde confluyen los viales que suben a Cidadelle y a Buraca.

Los dos colectivos vecinales señalan que la actuación desarrollada no se corresponde a lo que se acordó en su día con los vecinos, ya que la intención era una nueva calle con dos sentidos para que el acceso a Cidadelle quedase independiente de la subida a Buraca. "Estamos contentos con ver por fin la nueva calle después de tanto tiempo de espera, pero no entendemos por qué solo se dotó de sentido de circulación ascendente, ya que los vehículos que procedan de la zona alta de Cidadelle tendrán que continuar por la antigua carretera para incorporarse a la Avenida de Redondela, con lo que seguirán coincidiendo en el cruce con la subida a Buraca", explica la presidenta del colectivo vecinal, Ángeles Méndez.

Desde la Asociación de Afectados por la Autopista, uno de sus portavoces, Francisco Puch, coincide en la argumentación de los vecinos, y advierte que los vehículos que circulen por la Avenida de Redondela en dirección a Vigo y quieran acceder a Cidadelle tendrán que hacerlo por el vial antiguo, puesto que no está permitido el giro para la nueva calle. "No entendemos como no se fue un poco más ambicioso a la hora de realizar esta obra. Con haber expropiado un metro más ya se hubiera trazado un vial en condiciones con dos carriles, o incluso si se hubiera construido solo la acera en uno de los lados ya sería suficiente para el doble carril. De esta forma el problema se resolvería de manera definitiva, ya que la actuación que se hizo es solo un remiendo", apunta Puch.

La nueva calle, ejecutada por la empresa Civisglobal, dispuso de un presupuesto de 178.114 euros aportados por la Diputación con cargo al Plan Provincial de Obras y Servicios. El vial cuenta con una longitud de cien metros y ocho de anchura, con aceras a ambos lados, e incluye todos los servicios como red de alcantarillado, pluviales, abastecimiento y puntos de luz.

La responsable de la asociación de vecinos, Ángeles Méndez, también reclama la apertura al tráfico del vial ya que las obras terminaron hace más de un mes y advierte del mal estado en que se encuentra la subida a Cidadelle tras las últimas lluvias, que han generado baches en la calzada, algo que atribuye a la falta de limpieza de las cunetas.