Los 24 empleados de Aserradero Costas de Galicia S.L. y de Maderas y Transportes Rafael Costas S.L. no tienen nada que temer. Así lo aseguran los representantes legales de ambas empresas ubicadas en Camos, que han entrado en suspensión de pagos a causa de una deuda que ronda el millón de euros. Los letrados afirman que la situación de las compañías es de perfecta viabilidad y que se mantendrá toda la plantilla de trabajadores.

El Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, declaraba sendos concursos de acreedores el día 4 de enero. Dos procesos que discurrirán en estrecha relación, dado que se trata de compañías del mismo grupo, propiedad de una conocida familia de la parroquia nigranense.

La situación está motivada, según explican fuentes de ambas sociedades, por impagados derivados de concursos de acreedores de clientes. Empresas que hacían negocios con el grupo maderero y que finalmente fueron liquidadas y declaradas insolventes, señalan.

Además, la Hacienda Pública computó dichos impagados como beneficios y recogió el IVA correspondiente a tales operaciones, incrementado con las sanciones a derivadas, explican. Las entidades bancarias convirtieron la deuda comercial en deuda hipotecaria a corto plazo, produciendo una asfixia financiera que paraliza a la empresa, añaden. Las mismas fuentes inciden en que los socios de ambas compañías han demostrado "su buena fe" en el proceso al avalar personalmente las deudas con garantía real de su patrimonio.

Actualmente, la deuda viva a la que se enfrentan las empresas es inferior a 800.000 euros. Aseguran que los 9 millones que recoge el boletín Axesor sobre Aserradero Costas de Galicia, extraídos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) del Instituto Nacional de Estadística, son erróneos.

En los contactos con los principales acreedores, Hacienda y entidades bancarias, "se atisba un principio de acuerdo". Tanto los abogados de las dos firmas como la administración concursal no consideran probable la liquidación, puesto que "estructuralmente y por fondo de comercio pueden superar la situación en un plazo relativamente corto". Las empresas conservan activos como su fábrica en Camos, fincas en Couso (Gondomar) y en Tomiño y 25 vehículos.