Más de año y medio ha tardado el Concello de Nigrán en poner en marcha la eliminación del vertedero ilegal de San Pedro, una actuación inejecutada que la Consellería de Medio Ambiente ordenó tras la apertura, en agosto de 2014, del punto limpio, que se encuentra a apenas 100 metros de distancia.

Situado en una finca privada de 3.576 metros anexa a la Estación Depuradora de Augas Residuales (EDAR), el basurero ha seguido acumulando desde entonces toneladas de residuos de todo tipo (grava, restos de poda, escombros, electrodomésticos...), señala el gobierno local, que anuncia una inversión de 45.000 euros para contratar en los próximos días una empresa que acometa su sellado de forma definitiva.

"Supone un grave peligro sanitario y un desastre ecológico", reconoce el alcalde nigranés, Juan González, quien señala que el propio Ayuntamiento llegó a emplear esta finca como depósito de residuos con anterioridad a la apertura del punto limpio.

La acumulación de basura, que se incrementó tras el anuncio de la instalación en la zona del punto limpio, llevó además a la apertura de varios expedientes por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), afirman desde el gobierno local.

Frente a esta situación, el actual ejecutivo socialista pretende dar una "solución definitiva" al "descontrol y peligrosidad" del basurero, que, según recuerda, al día siguiente de la inauguración del punto limpio sufrió un incendio. "En ese momento el anterior gobierno realizó un cierre perimetral que duró 24 horas y prometió clausurarlo inmediatamente, hecho que nunca se produjo", apuntan desde el gobierno municipal.

El ejecutivo encabezado por el popular Alberto Valverde alegó entonces carecer de fondos para asumir el coste de los trabajos, puesto que el Ayuntamiento funcionaba con el presupuesto prorrogado después de que la oposición vetase las cuentas hasta en tres ocasiones.

Ahora, además del sellado del vertedero ilegal de San Pedro, también próximo al parque empresarial de Porto do Molle, el Concello plantea la instalación en el punto limpio municipal de varias unidades de compostaje para que usuarios particulares y hosteleros depositen allí materia orgánica (sobras de comida o incluso restos de poda) para posteriormente poder recoger abono de forma totalmente gratuita a cambio de estas aportaciones regulares de residuos.