Veinte comunidades de montes del sur de la provincia de Pontevedra, entre ellas varias de A Louriña y O Condado, se reunieron en la noche del viernes en Xinzo (Ponteareas) para abordar la prohibición de acceso a sus terrenos.

La medida se tomará en una semanas como respuesta al uso indiscriminado y sin autorización de los terrenos para la práctica de deportes a motor o en bicicleta de montaña. Previamente y según explicó Jesús Represas, presidente de la comunidad de montes de Xinzo, "vamos a mantener una reunión urgente con el director xeral de Montes de la Xunta para explicarles nuestra postura".

La drástica decisión no es la primera que se toma. Represas explicó que la comunidad de Valladares en Vigo decidió esta semana cerrar el acceso al monte por razones similares.

El presidente de la comunidad de Xinzo, en nombre de las veinte comunidades reunidas este viernes, indicó que en las últimos meses se han realizado llamadas a la cordura de las personas que ocupan los terrenos comunales sin autorización actuando a su aire para practicar deportes extremos. "Se dan casos, ya denunciados, que se abren pistas utilizando medios mecánicos, sin ningún tipo de pudor, y sin autorización alguna, y sin respetar plantaciones existentes", explican.

Las personas que actúan así lo hacen con desconocimiento absoluto del daño realizado a la biodiversidad del monte y sin respetar la propiedad del mismo. "Pero además, al ser la comunidad de montes propietaria del terreno es responsable a nivel legal de las obras y movimientos de tierras realizados", indican.

Ante esto las comunidades de montes se habían dispuestas a habilitar zonas específicas para estos deportes, y ya existen en algunas comunidades, "pero a pesar de las advertencias siguen actuando como si el monte no tuviera dueño", lamentan.

La solución drástica es restringir el acceso a los montes de cualquier tipo de vehículos, con o sin motor, para lo que, anunciaron, cada comunidad realizará un estudio de colocación de carteles señalizadores y también se prevé el cierre de algunas carreteras, caminos y pistas con lo que quedará cortado el paso para toda persona que no posea autorización de la comunidad.

"La medida la tomamos muy a nuestro pesar pero muy enfadados por la falta de respeto a un bien histórico de las comunidades de montes, que ha costado mucho trabajo recuperar", explican.

Las comunidades denuncian que llevan años luchando contra otros problemas, como los vertidos incontrolados, sin apoyo de la Xunta de Galicia "y no queremos que este problema se enquiste".