Baiona es villa de primicias históricas. No solo atesora el honor de recibir la primera noticia del Descubrimiento de América, sino que también puede presumir de ser la primera localidad que impidió un ataque del pirata Drake. El próximo jueves, día 8, se cumplen precisamente 430 años de su otra gesta. El día en que los baioneses frustraron el asalto del temido corsario inglés a la fortaleza de Monterreal.

Isabel I de Inglaterra lo envió a España al mando de 30 naves con 1.500 hombres para frenar la creación de la Armada Invencible por parte de Felipe II. Y decidió realizar su primera incursión por Baiona, población estratégica que el monarca llegó a denominar "las llaves de mi reino". Según los archivos históricos, la flota de Francis Drake arribó a la playa de Santa Marta la tarde del 7 de octubre de 1585 tras permanecer fondeada en las Islas Cíes. El conde de Gondomar, Diego Sarmiento de Acuña, había reunido a 5.000 hombres armados, soldados y vecinos, con 200 caballos ante la amenaza.

Al día siguiente, el corsario se percató de que Baiona estaba preparada para la ofensiva y aborta su plan. Frustrado, arrasa con fuego la capilla de Santa Marta, una de las joyas románicas de la villa, construida a finales del siglo XIII. La ermita resultó destruida hasta la reconstrucción vecinal de 1855, que solo pudo mantener la puerta sur, de arco circular y tímpano liso, de su morfología original.

La real villa logró así el primer gran fracaso de Drake, que se dirigió a la ría de Vigo, donde volvió a encontrarse con la resistencia baionesa, que respondió a una nueva llamada del conde de Gondomar a socorrer a la ciudad vecina y le hizo fracasar de nuevo. Hasta que regresó cuatro años más tarde, mejor dotado con 200 navíos y 7.000 hombres, para arrasar, esta vez sí, la población viguesa.