El célebre fruto del valle del Maceiras vuelve a recuperar el protagonismo de antaño con la celebración de la principal cita gastronómica de Santo Estevo de Negros, la Festa da Mazá. Los organizadores recolectaron en la última semana 4.500 kilos de manzanas donadas por los vecinos para elaborar la sidra que se consumirá durante los dos días de fiesta y los distintos productos cocinados, siempre con esta fruta presente.

El presidente de la comisión de fiestas, Emilio Antón, destaca que este año la cosecha fue inferior en cantidad a años anteriores, aunque de muy buena calidad. "Las lluvias de agosto perjudicaron un poco a la manzana, ya que una parte se cayó y se perdió, pero las que quedaron están dando mucho jugo y dispondremos de unos 3.000 litros, suficientes para abastecer la fiesta", señala el responsable, que agradece la colaboración vecinal. "La gente nos cede cada año sus manzanas de manera desinteresada y este apoyo es fundamental. Gracias a todos ellos hemos conseguido consolidar la fiesta como una de las más importantes del municipio y cada año atrae a miles de personas para disfrutarla", apunta.

La cita comenzará el sábado por la tarde, a partir de las 20.00 horas, aunque el día grande es el domingo. Los stands abrirán a las 11.00 y durante toda la jornada se servirá chorizo a la sidra, empanada de bacalao, costilla de cerdo, brochetas de pechuga de pollo y el plato estrella, el bacalao con manzana. "La clave del éxito está en que todo el producto es casero, aquí todo lo cocinamos nosotros, y eso es algo que la gente valora mucho", explica Félix Couñago, uno de los veteranos, mientras no para de depositar cubos de manzana en el torno de elaboración de la sidra.

A pocos metros trabaja sin descanso en la selección del fruto Concha Pazos, la mayor de la organización a sus 78 años. "Este año me quería 'jubilar' después de veinte años colaborando, pero mis compañeros no me dejan", bromea. A pesar de la dura labor asegura que lo pasan bien todos juntos. "La mayor satisfacción es ver que la gente queda satisfecha y que la tradición continúa", concluye orgullosa.