Todo quedó en un susto pero pudo ser una desgracia. Un fallo en la caldera del colegio público de Quintela, en Redondela, obligó ayer por la mañana a desalojar al exterior del centro a los 140 alumnos debido al humo en el edificio.

La alarma se produjo a las 10.30 horas cuando un profesor observó que salía un humo negro por la puerta exterior de la sala de calderas, e incluso en algún momento se produjo una llamarada, por lo que la dirección del centro alertó al 112 para pedir ayuda y se activó de inmediato el protocolo de emergencias. Según indicaron desde el centro educativo el desalojo se produjo sin ningún incidente, de manera ordenada y en solo dos minutos. Los niños, con edades entre los 3 y los 11 años -de Infantil y Primaria-, se trasladaron en un primer momento a la explanada de la entrada del colegio, pero ante la persistente lluvia que caía en esos momentos, los trasladaron poco después a un patio cubierto.

El 112 puso en alerta al parque de bomberos de Porriño, a los efectivos del GES de Redondela y a la Policía Local, aunque finalmente no fue precisa la intervención de los medios de extinción puesto que el fuego se cortó de inmediato cuando uno de los profesores del colegio decidió cortar la electricidad y la caldera se apagó.

Los primeros en llegar al centro educativo fue una patrulla de la Policía Local que comprobó que ya no había llamas y procedió a ventilar la sala de calderas. A continuación el operario del GES de Redondela realizó mediciones con el detector de gasas y de calor, y tras comprobar que los resultados eran correctos, se realojaron a los escolares y se retomaron las clases con normalidad.

El jefe territorial de Educación, César Pérez Ares se desplazó hasta el centro educativo para interesarse por el incidente junto a un equipo técnico para evaluar las circunstancias, y confirmó que el problema se produjo por un fallo técnico por parte del equipo de mantenimiento de la caldera, ya que no cerraron la compuerta tras realizar una revisión rutinaria. Así, al arrancar la caldera de manera automática para calentar el agua para las duchas del pabellón, el fuego y el humo comenzó a salir. "Por fortuna todo quedó en algo anecdótico, aunque pudo ser un problema grave", reconoció Pérez Ares, que felicitó al equipo docente del centro por el desalojo realizado y por haber desconectado la red eléctrica. Los técnicos también se comprobaron que la caldera funcionaba bien.