El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha concedido la Medalla de Honor de la Emigración en su categoría de Oro a José Manuel Mouriño Pérez, el gondomareño que ostenta el cargo de gerente de la Casa de Galicia en Uruguay desde hace doce años. "Sorprendido y agradecido por el reconocimiento", se mostraba ayer el principal responsable de una de las instituciones sanitarias más importantes del país, que hoy mismo recibirá la insignia en el Museo de las Migraciones de Montevideo.

"Uno a veces no valora lo que hace y tienen que venir otros a hacerlo", bromeaba al otro lado de la línea telefónica Mouriño ante el galardón otorgado a propuesta de la Secretaría General de Inmigración y Emigración del Gobierno de España.

El homenajeado dejó la villa condal en 1957, cuando tan solo contaba con 6 años de edad, para marcharse a Montevideo. Pronto entró en contacto con la Casa de Galicia, entidad fundada en 1917 con el objetivo de mantener viva la cultura gallega al otro lado del Atlántico y prestar servicios básicos a los emigrantes, que hoy cuenta con 65.888 socios, un 45% de ellos gallegos, de nacimiento y ascendencia. Tras compaginar estudios y empleo, entró a trabajar allí a los 16 años como auxiliar administrativo y se labró una trayectoria profesional hasta alcanzar la gerencia del centro en 2003.

58 años emigrado

Sus vínculos con Gondomar siguen muy vivos pese a llevar 58 años en el exterior. "Yo soy de Gondomar", repite. En el municipio viven dos de sus hermanos y un tercero reside en Nigrán. De ahí que haya regresado a la villa condal en seis ocasiones, la última en 2011.

Aunque confiesa que le gustaría volver, sus problemas de salud dificultan el viaje. Aún así mantiene el contacto. "Hoy en día tenemos internet, telefonía móvil... La tecnología nos permite estar juntos en cierto modo. Han cambiado tanto las cosas... Cuando yo me marché pensaba en que nunca volvería a ver a mi familia", dice.

La jornada de hoy será para José Manuel Mouriño un día de celebración y orgullo. Al igual que para sus parientes miñoranos, que se muestran satisfechos por el reconocimiento a uno de los gondomareños que se labró un futuro en Sudamérica, como hicieron cientos de vecinos a lo largo del pasado siglo.

La Casa de Galicia en Uruguay se centra hoy en la atención sanitaria con ocho centros que ofrecen servicios de urgencias, especialidades médicas, consultas presenciales y telefónicas y dispensación de medicamentos, así como formación y becas para estudiantes de Medicina.

Guarda también un espacio para la divulgación cultural y la educación. Ofrece clases de música tradicional gallega y danza y de inglés a socios y ajenos.