Un grupo de vecinos del barrio de Asé, en la parroquia porriñesa de Pontellas, permanecen en alerta desde hace mes y medio ante la presencia de un nido de avispas asiáticas, localizado en lo alto de un pino, próximo a sus viviendas. El protocolo de la Consellería do Medio Rural e do Mar dice que en caso de detectarlos se debe dar aviso al 012, justamente lo que hizo Jesús Vilela, uno de los vecinos de la zona, por lo que "a la semana siguiente acudió al lugar un técnico que confirmó que se trataba de la avispa velutina; comentó que estaba demasiado alto, a unos 30 metros aproximadamente, y que tendrían que traer una plataforma para retirarlo, pero desde entonces no ha vuelto nadie por aquí", explica Jesús. En todas estas semanas el nido ha ido creciendo alcanzando unos 40 centímetros de diámetro.

El mismo inconveniente surgió con otro nido detectado en el recinto del colegio Ribeira, en Torneiros. Las clases darán comienzo la próxima semana y, aunque tampoco quieren generar alarma, demandan una solución inmediata. "El pasado viernes acudió personal de Tragsatec para fumigarlo pero no lo retiraron al no disponer de la plataforma adecuada para ello, ya que está localizado a unos 25 metros del suelo", señala el director del centro, José Antonio Martínez. Estos días han detectado movimiento de avispas, por lo que han vuelto a dar aviso, acudiendo también al Concello de Porriño, en donde les aseguraron que, aun no siendo competencia municipal, harán todo lo posible por retirarlo.

Para estas labores está el grupo de voluntarios de Protección Civil que, según se recoge en el propio protocolo de vigilancia y control de la Xunta, también está autorizado para colaborar en estas tareas. La persona que coordina y dirige este cuerpo de intervención, Suso Carrola, asegura que a lo largo del verano se han detectado más nidos, "pero no tantos como en otros concellos limítrofes". Concretamente en la parroquia de Budiño hubo cinco, dos en Mosende y otro más en Pontellas. En este caso, el problema está en la accesibilidad al mismo, "pues no disponemos ni de plataforma ni de pértiga para retirarlo".

Eliminación y retirada

Los vecinos de Pontellas reclaman una intervención inmediata sobre todo para evitar un mayor crecimiento, con más colonias, y también porque por la zona hay niños jugando, "e incluso nos entran en casa", asegurando que hay días que matan hasta 25 avispas.

Es fundamental la localización precoz y la eliminación de los nidos, evitando así la dispersión de las avispas y la instalación de futuros nidos. Estos son de forma redondeada o piriforme y de mayor tamaño que los de la avispa autóctona.

La destrucción de un nido es aconsejable hacerlo en las primeras horas de la mañana o a última hora de la tarde. Para eliminarlo se aplica insecticida en el interior y se tapona la salida con espuma de poliuretano. Una vez separado el nido de su lugar de sujeción, se introduce en una bolsa de plástico y se destruye, prioritariamente, por incineración.