Francisco Álvarez "Koki", poeta y escritor guardés, residente en Nueva York, recibió en la noche del pasado viernes el reconocimiento de A Guarda a su labor literaria, tanto poética como de narrativa, en el homenaje organizado por la Agrupación Cultural Guardesa dentro de la celebración del Día das Letras Galegas.

María Soledad Diz presentó a Camino Noia, catedrática de Filoloxía Galega e Latina de la Universidad de Vigo, traductora e investigadora, quien profundizó en la entidad del homenajeado, a quien conoció en Nueva York hace 26 años. Destacó su prolífica producción literaria, con más de dos docenas de libros. "Prefería escribir las ideas que se le ocurrían..... escribir bonito", dijo, para diferenciarlo de otras tendencias, cuando se convirtió en un poeta autodidacta con un pasado de vida difícil, en el que trabajó como cantero de mármol, en cementerios. Repasó su etapa como ciclista profesional, que abandonó. La emigración a Francia, su servicio militar y la venta de libros en el área de CCOO, donde conoció a su mujer, Lola -"es imposible entender a Koki sin su Lola", dijo Camino Noia-, para después sumergirse en las diversas obras del escritor, en sus relaciones con personajes como Eliseo Alonso. Dijo de Koki que "es sincero, sencillo y espontáneo".

Julia Sobrino, presidenta de la Agrupación Cultural Guardesa, recordó las charlas que mantuvieron en la sala de su casa y sorprendió con un poema escrito por ella, sobre el Koki que conoció. Francisco Álvarez "Koki", confesó al auditorio que "incordié a muchos. Nací para ser un niño bueno. Hablé de amor tal y como es el amor." Habló de su hijo Breogán, de sus sentimientos vertidos en libros.