Su nombre ya auguraba una vida dichosa y afortunada. Emilia Felicidad Pérez González cumplió el pasado día 4 de diciembre sus cien años de vida, como ejemplo de mujer luchadora, que ejerció de partera y también ponía inyecciones. Su trayectoria laboral se completa con la apertura de l establecimiento Tenda 59, que actualmente es el Bar 59, en Soutelo.

Emilia Felicidad es la "abuela" de Salceda, aunque nació en Guillarei (Tui). Allí permaneció hasta que quedó huérfana y se trasladó a vivir con su hermana, en Soutelo. Se casó con Alonso Calvo y tuvo dos hijas. Ahora tiene cuatro nietos, seis bisnietos y una tataranieta.

La mujer centenaria siempre trabajó en el campo, además de ayudar a vecinas a traer hijos al mundo y acudir a quienes le pedían que pusiera inyecciones. En diciembre del año 1958 abrió, junto a su marido, la Tenda 59. El hombre también hacía "tamancas" y ella las vendía en Vigo y Porriño, desplazándose en carro.

El día de su centenario estuvo rodeada de su familia y también acudió el alcalde Marcos Besada. "Nunca pensé llegar a esto", decía durante la conversación, marcada por su simpatía y buen carácter.