La familia real gitana --en concreto el conocido como príncipe de los gitanos, Sinaí Giménez-- cree que la marcha masiva de gitanos zamoranos afincados en los municipios pontevedreses de Tui y O Porriño se debe arreglar con el "diálogo". Con todo, ha indicado que él no ha utilizado "ningún sistema para dividir" sino que, "en todo caso", la división fue "provocada" por los cuatro pastores evangelistas, que fueron desterrados.

En un comunicado, la familia real gitana ha subrayado que en Galicia "siempre se ha respetado y querido a todos los gitanos, incluidos los zamoranos". De hecho, sostiene que éstos, "en muchas ocasiones", han tenido "preferencia" antes que "muchos gitanos gallegos" que también "querían tener puestos de mercadillos".

"Unos cuantos gitanos ricos pretendían hacer una consulta que, lo único que buscaba, era excluir a la clase media, baja y pobre de la sociedad gitana de poder acceder a un puesto de trabajo vital para sus economías familiares", ha zanjado Sinaí Giménez.

Por último, ha hecho hincapié en que las únicas personas que pueden "reconducir" y "arreglar" el problema son los "Consejos de Ancianos". "De los cuatro pastores evangelistas nadie se fía porque han incumplido un apartado básico de la ley gitana, pues no se puede convocar a una anciano a una reunión diciendo que son cuatro cuando en realidad eran 300", ha concluido en relación al número de gitanos zamoranos que se han marchado de Tui y O Porriño.