La iglesia de San Salvador de Tebra, en Tomiño, cuyo origen data del siglo XII, muestra desde hace unos días el retablo barroco lateral izquierdo, dedicado a la Virxe do Libramento, en perfecto estado de conservación, después de la actuación que durante dos meses ha realizado el equipo técnico de la empresa Acanto, S. L., a la que se adjudicó la obra con un coste total de 16.716 euros, asumido por la comunidad de montes de la parroquia.

El presidente de la citada comunidad, José Clavo Estévez, expresa la satisfacción de todos por el resultado de la recuperación de esta obra barroca. "Luchamos durante años para conseguirlo y llegamos a un acuerdo con el obispado para que asuma el coste de restauración del, otro retablo, el de la Virxe das Angustias, también en mal estado. El próximo jueves lo desmontan", avanza. La comunidad de montes trata de erradicar goteras que penetran en el templo, después de reponer la cubierta.

La iglesia de San Salvador de Tebra conserva del templo primitivo románico parte de los muros laterales y el ábside. Destaca el alero con canecillos figurados con animales, vegetales o con bolas. La fachada principal fue reformada en el siglo XIX, como se hace constar en el proyecto elaborado por Acanto, S. L.

No tiene retablo mayor, sino cuatro peanas colocadas en el paramento, con imágenes y el sagrario. Los retablos laterales se dedican a la Virxe do Libramento y a la Virxe das Angustias, posiblemente realizados por el mismo escultor en la segunda mitad del siglo XVII. Ambos retablos tuvieron una intervención anterior en la que se cubrieron parte de las policromías con pintura gris, de forma burda. El restaurado, de la Virxe do Libramento, tenía repintados los fondos de las hornacinas, además de sufrir modificaciones estructurales con tablas, maderas y molduras, que se han solventado con el desmontaje íntegro y restauración en el taller de Vigo.

Estas piezas barrocas tuvieron grandes enemigos: la humedad que degradó los materiales, poca luz, insuficiente aireación, humos, velas, y ataque puntual de insectos xilófagos. Tuvieron repintes, anclajes de hierro muy oxidados, desajustes estructurales, piezas con riesgo de desprendimiento, grietas, hundimientos, entre otros. Las actuaciones susbsanaron los problemas en el retablo restaurado, con desinsectación, fijación y consolidación de policromías y dorados, reposición de masa línea, eliminación de añadidos y piezas oxidadas y aplicación de tratamiento de estabilización de las pátinas y recuperación de la película pictórica, entre otros. La estructura se fijó con pletina de acero inoxidable.