El antiguo viaducto de Redondela ya presenta su nueva cara renovada. Los operarios de la empresa FCC, que ejecuta las obras de restauración del conocido como "Viaducto de Madrid", retiraron esta semana los andamios del último pilar de piedra en el que trabajaban y ya puede contemplarse con todo su esplendor, tal y como lucía esta infraestructura a finales del siglo XIX, cuando entró en servicio para permitir el tráfico de trenes entre Vigo y Ourense.

Después de un año y medio de labores, en los que se ha procedido a la sustitución de las piezas en mal estado, el pintado de toda la estructura metálica, además de la limpieza de los arcos de los extremos y los pilares en los que se apoya el puente, los trabajos se centran ahora en los últimos detalles. Durante las noches de los últimos días se realizaron pruebas de iluminación tras la instalación de focos a lo largo de toda la estructura.

El alcalde redondelano, Javier Bas, expresa su satisfacción por el resultado de los trabajos que ha permitido "poner en valor este símbolo de la localidad" como uno de los principales atractivos turísticos, una actuación promovida por la Dirección General de Patrimonio del Estado con un presupuesto de 3,8 millones de euros, con el objetivo de recuperar, mantener y reforzar la estructura para devolverla a su estado original.

El regidor, sin embargo, cree que hay que conseguir llegar más lejos para impulsar el uso peatonal de la antigua infraestructura ferroviaria como mirador privilegiado del casco urbano y como lugar de paseo de los redondelanos. Para avanzar en esta actuación, Bas retomó el pasado mes las gestiones con Patrimonio del Estado, aunque la actual situación económica impide que esta segunda fase sea una realidad a corto plazo. "Desde el gobierno local estamos muy interesados en este proyecto, aunque también somos conscientes de que el momento es complicado, el presupuesto no llega para todo y hay que establecer prioridades", indica Bas.

Otra de las barreras para desarrollar esta actuación, además de la económica, es que el viaducto cuenta con la declaración de "Bien de Interés Cultural" desde 1978, por lo que cualquier alteración en su estructura requiere permisos especiales con una justificación de peso.

El "Viaducto de Madrid" es el más antiguo de los dos puentes ferroviarios que cruzan el casco urbano de Redondela. Su longitud es de 255 metros y se terminó de construir en 1876 por ingenieros de la compañía gala Fives-Lille, aunque no entraría en uso hasta 1881, una vez acabada la línea férrea Vigo-Ourense. Actualmente permanece sin uso desde hace 36 años.