Mucha gente había oído hablar del salto de agua del Alvedosa en la parroquia de Reboreda. Algunos lo conocían por fotos, pero pocos habían tenido la oportunidad de disfrutar de este espectacular entorno natural. La ausencia de señalización y las dificultades del acceso por la maleza y los cierres de fincas privadas mantenían desde hace años este mágico paraje casi en secreto.

La reciente creación de una senda por el río y la construcción de una pasarela de madera ha transformado este lugar en un concurrido atractivo turístico. Al menos durante el pasado fin de semana, cuando se abrió al público el paseo, cientos de personas abarrotaron la zona casi a cualquier hora del día.

"Tenía muchas ganas de conocerlo porque lo había visto en fotografías y me parecía muy bonito, pero verla en directo supera todas las expectativas. Merece la pena venir porque es algo espectacular. No entiendo como no hicieron antes este sendero y pudieron mantener esta joya oculta durante tanto tiempo, porque es uno de los parajes naturales más impresionantes de la comarca", indican Margarita Domínguez y José Manuel Martínez, vecinos de la parroquia pacense de Nespereira.

Los mayores de la zona recuerdan que solían acudir cuando eran niños a bañarse o a los molinos situados en una de las márgenes, aunque llevaban años sin poder contemplar la cascada. Alejandra Adán, natural de Reboreda, no volvía a esta zona desde hace décadas, cuando acudía junto a sus padres a moler el grano en los molinos. "Antiguamente había un sendero pero con el tiempo se cerró y ya nadie venía por aquí. Nunca imaginé que harían este paseo, quedó genial", afirma orgullosa. "Esto permitirá conocer la fervenza a mucha gente de Redondela que nunca tuvo la oportunidad de venir, uno de ellos mi propio hijo, que siempre escuchó hablar de este lugar pero nunca estuvo", apunta.

Otro vecino de Reboreda, Antonio Amoedo, considera muy positivo para la zona la apertura de la senda. "Esto atraerá a mucha gente a la zona y espero que con el paso del tiempo se pueda continuar el paseo por el río hasta el centro de Redondela, porque lo haría mucho más atractivo", dice. Y a los que opinan que ahora es espectacular les invita a que regresen en invierno. "Eso es impresionante, aunque como sea tan lluvioso como el pasado no sé si se podrá acceder, porque el agua lo cubre todo", advierte.

El nuevo paseo atrajo personas de todas las edades. "La única pega es que el sendero sea tan corto, pero el entorno natural merece la pena porque es muy bonito. No lo conocíamos porque antes no había acceso", señalan Yago Rivas y Mar Freire, dos jóvenes que acudieron junto a un grupo de amigos.

Una de las características de la actuación es la construcción de una pasarela de madera que permite disfrutar de la cascada tanto desde la base como desde la zona superior. "Está muy bien porque permite distintas perspectivas del salto de agua", apunta Manuel García, que acudió junto a su familia desde Mos. Y para completar la actuación propone que se rehabiliten los dos molinos de la zona. "Es una pena que les pusieran tejados de uralita en vez de teja, si se cambiaran serían más bonitos", comenta.