Como una ofrenda, a los pies de la Virgen de la Roca se acumulaban ayer puntales y piezas de andamiaje. Son los materiales con los que la empresa Proyecto Arte levantará en los próximos días la estructura de 17 metros que permitirá a su equipo de restauración acometer el rescate de uno de los monumentos más emblemáticos de Baiona, que permanece cerrado desde hace casi dos meses por serios daños que podrían provocar desprendimientos.

Ocho personas participarán en la rehabilitación, que debido a su complejidad durará aproximadamente dos meses y medio y costará al Concello algo más de 57.500 euros.

Miguel Ángel García, restaurador y responsable de los trabajos, indicaba ayer, mientras se procedía a la descarga del material, que el complejo andamio que rodeará a la Virgen de la Roca tendrá forma piramidal y tardará en instalarse "unos seis días". El equipo de restauración se centrará entonces en la parte alta de la estatua, zona en la que se concentran la mayor parte de los daños.

"Lo primero que haremos será apuntalar el arco que se encuentra sobre la corona", explicó. Una vez asegurado, los especialistas procederán a realizar un diagnóstico más preciso de su frágil estado, que se evidencia en las fisuras que la acción del viento y la lluvia han abierto en la piedra. Las grietas se deben, probablemente, "a la oxidación y consiguiente aumento de volumen del hierro del hormigón armado del interior de la pieza", añadió el restaurador.

El proyecto de restauración contempla la posibilidad de desmontar el arco dañado, aseguró Miguel Ángel García, de Proyecto Arte, quien explicó que esta actuación, prevista en unos quince días, "es la única manera de conocer bien el sistema constructivo y poder dar una solución adecuada".

Además de la reparación del arco, el plan de rescate de la Virgen de la Roca contempla una limpieza superficial del cuerpo de granito del monumento, donde también se realizará un "cosido" de piezas que se encuentren sueltas. Rostro y manos, esculpidas en mármol, serán finalmente objeto de labores de consolidación que evitarán su deterioro en el futuro y la cruz de azulejo situada entre el arco y la corona se someterá a una revisión para garantizar que se encuentran bien fijadas.

Durante los dos meses y medio que durarán los trabajos el monumento, obra del arquitecto Antonio Palacios, permanecerá cerrado, aunque se permitirá el acceso por el camino del vía crucis para que los visitantes puedan contemplar la estatua desde abajo, indicó Miguel Ángel García.