El colectivo cultural Levada Libre de Tui dedicará un homenaje a marineros del Cabo Fradera, al Cuerpo de Carabineros y a los portugueses de la comarca afines a la II República Española, que fueron represaliados por las fuerzas franquistas y salazaristas y murieron a manos del ejército sublevado, por defender el poder establecido. Tui fue la última ciudad de Galicia en que se instauró el golpe militar, el 26 de julio de 1936.

Con el fin de rememorar los hechos, para que no vuelvan a repetirse nunca, mañana sábado, a las 12 horas, habrá una ofrenda floral en la Alameda de Tui, ante el monumento en memoria de los represaliados del Baixo Miño. A las 14 horas habrá un almuerzo de confraternidad republicana en el parador de Turismo de Tui. Cada comensal recibirá un libro de 106 páginas que bajo el título de "Memoria e Sentimento", recoge artículos aportados por colaboradores. Está editado por Levada Libre. En la sobremesa habrá tertulia, actuaciones musicales y otros actos culturales, además de una cata comentada. Se realizará una semblanza de los homenajeados. Se cita como referencia el libro de Dionisio Pereira "Emigrados, exiliados e perseguidos. A Comunidade portuguesa na Galiza (1890-1940)".

Este año coincide el acto de confraternidad con el 83 aniversario de la instauración de la II República y con el 75 aniversario del final de la guerra civil.

Levada Libre aporta documentación sobre causas instruidas en el Fondo Judicial de Vigo y Pontevedra, que están depositadas en el Archivo Intermedio de la Región Militar Noroeste, situado en la Sala de Armas del Cuartel de Baluarte, en Ferrol. En la Causa 517/36 fueron procesadas 22 personas. El sumario se basa en las responsabilidades de las fuerzas de Carabineros y de la Armada de la guarnición de Tui. Las actuaciones de la causa comenzaron el 26 de julio de 1936 y el juez instructor fue Rafael Ruibal Leiras. El día 9 de septiembre del mismo año se celebró el Consejo de Guerra en el Cuartel de Infantería de Tui y la sentencia se dictó el mismo día, como autores de delito de traición, con condena de muerte a 15 procesados, 13 de ellos pertenecientes al cuerpo de carabineros y dos a la lancha Cabo Fradera. Al teniente de navío Joaquín Varela Eguiluz le condenaron a 25 años de reclusión militar y absolvieron a dos cabos y cuatro marineros del Cabo Fradera. Los condenados a pena de muerte fueron fusilados el 16 de septiembre de 1936, en la Alameda tudense, a las seis de la mañana.

En las inscripciones que constan en el Registro Civil figuran sus nombres y apellidos, los de las 13 mujeres que dejaron viudas y los nombres de pila y edades de los 40 huérfanos, la mayoría menores. En el caso del carabinero fusilado Emilio Osuna, de 48 años, natural de Málaga, que dejó una viuda son once los hijos huérfanos. Solo uno de los carabineros, Laureano Dóniz Martínez, casado y con tres hijos, era natural de la zona, concretamente de Forcadela (Tomiño).