Las principales infraestructuras de nueva creación que contempla el documento serán deportivas y viarias y generarán con toda probabilidad los principales ejes del debate político y social en Baiona. Una de ellas, la polémica reserva de 700.000 metros cuadrados en Baredo con posibilidad de convertirse en campo de golf en Baredo, que ya ha generado controversia en los últimos años. La otra, todavía por abordar, es el vial transversal que cruzará el municipio de norte a sur paralelo a la autopista. El alcalde lo presenta como una alternativa para aliviar el tráfico de la PO-552 por las parroquias interiores.

Otra nueva carretera conectará el área industrial de Baíña -de 4.000 metros en el barrio Igrexa- con la AG-57, que podría disponer de otra salida al centro urbano por San Antón.

Los equipamientos deportivos se distribuirán por todo el territorio baionés, aunque destaca la dotación de Covaterreña, también de 4.000 metros cuadrados, que serviría para ampliar el colegio y albergar una piscina.