En la Amazonia sur de Perú viven pueblos indígenas de diversas etnias en aislamiento voluntario, vulnerables a las enfermedades de nuestro medio. El avance de diferentes sectores de la sociedad hacia sus territorios representa una gran amenaza. Ante esta situación, existen organizaciones y personas que trabajan con el objetivo de proteger sus derechos, como es el caso del antropólogo porriñés Daniel Rodríguez, quien viene colaborando desde el año 2003 con la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) en Perú, a la cual asesora en temas relacionados con estos pueblos nativos y sobre los problemas vinculados a la explotación minera y hidrocarburífera en el departamento de Madre de Dios.

Rodríguez conoce en profundidad los derechos indígenas: "Trabajo con poblaciones nativas en la región y mi vida profesional esta allí. Estudio a pueblos en aislamiento voluntario, también los conocen como 'no contactados', al mismo tiempo trato de defender sus derechos, apoyando a organizaciones indígenas que luchan por su protección. En este proceso he venido recopilando información para mi tesis doctoral, aunque esto para mí es secundario", explica.

Este investigador inició su trabajo como voluntario y cada año partía desde Inglaterra, donde trabajaba como educador, para participar en el programa de pueblos en aislamiento voluntario de FENAMAD, hasta el año 2008, cuando inicia los estudios de doctorado en la Universidad de Kent. En 2010 regresa a Perú a realizar el trabajo de campo, aunando la investigación con su compromiso como activista de preservar los derechos de estos grupos "no contactados".

Regresó el pasado año a Porriño, después de vivir en la selva peruana durante dos años. Está escribiendo su tesis doctoral y piensa volver a Perú "en cuanto finalice", señala Rodríguez, quien dejó la villa del Louro la pasada semana para pasar una temporada en Londres.

Su propósito es continuar luchando por que se respete la decisión de estos pueblos de vivir en aislamiento voluntario, previniendo contactos forzosos que pongan en peligro sus vidas.

Daniel ha trabajado, además, en el programa de territorios ancestrales de People and Plants International (PPI) entre el pueblo Ese Eja de Perú y Bolivia.