VAL MIÑOR

Se vende el hogar de los próceres de Sabarís

La casa señorial del matrimonio formado por Julián Valverde y Victoria Cadaval, artífice de la iglesia parroquial y el Casino, busca comprador por 700.000 euros

La vivienda en que Julián Valverde y Victoria Cadaval formarían familia, ahora en venta.  // Marta G. Brea

La vivienda en que Julián Valverde y Victoria Cadaval formarían familia, ahora en venta. // Marta G. Brea

NELI PILLADO

"Caserón antiguo catalogado a reformar en su totalidad. Excelente situación, muy céntrico. Ideal para pequeño hotel con encanto". Así oferta un portal inmobiliario la casa señorial en la que habitó el ilustre matrimonio integrado por Julián Valverde Pérez y María Victoria Rodríguez Cadaval, personajes reconocidos en Sabarís como grandes benefactores del entorno gracias a la memoria colectiva, ya que existen con pocos estudios históricos que documenten su trayectoria. Los herederos de la prestigiosa pareja, residentes en Madrid y Sevilla, buscan comprador para la vivienda en cuyas habitaciones se gestó una parte de la historia del barrio baionés entre finales del siglo XIX y principios del XX. La inmobiliaria González Besada se hará cargo de la operación y propone un precio de salida de 700.000 euros.

El inmueble, con 500 metros cuadrados construidos en una parcela de 765 metros cuadrados, presenta dos plantas y buhardilla, así como un jardín interior, en pleno centro de Sabarís, en la avenida que lleva el nombre del que fue su propietario, Julián Valverde. La finca contigua alberga la iglesia parroquial de Santa Cristina de A Ramallosa, inaugurada en septiembre de 1920 gracias a la financiación aportada por el matrimonio. Así lo atestigua una lápida de mármol blanco en el atrio y lo recoge el profesor e historiador José Ramón Iglesias Veiga en su libro "Arquitectura e indianos na cidade de Vigo e bisbarra".

Dos años después del estreno del templo, Victoria Cadaval falleció a los 77 años, dejando una donación de diez acciones del Banco de España para el Hospital Sancti Spiritus, ubicado en la actual biblioteca pública baionesa. Al conocer el legado, la Corporación municipal, con el alcalde Herminio Ramos al frente, nombró a ambos filántropos hijos predilectos de Baiona. En 1924, el Ayuntamiento dedicó a Julián Valverde su avenida y a Victoria Cadaval, la plaza que hoy conserva el mismo nombre, junto al puente medieval de Sabarís.

Una profunda reforma devolvería a la casona el esplendor de los inicios del pasado siglo, según explica Jesús González Besada, el agente inmobiliario que gestiona la venta. Hace décadas que el inmueble solo se abre en verano y requiere obras importantes para adaptarla a un uso diario.

Superficie y distribución ofrecen la posibilidad de convertir el edificio en un negocio de hostelería o incluso en un centro cultural de uso público, aunque el contexto económico actual dificultará con toda probabilidad cualquier opción.

Poco se sabe del origen de la fortuna de Valverde y Cadaval, aunque las investigaciones de Iglesias Veiga apuntan a la posibilidad de procediese de la emigración a América.

Según los datos del estudioso, recopilados en la prensa de la época, la pareja realizó aportaciones para la mejora del cementerio parroquial o la construcción del Casino de Sabarís, convocó becas de estudio en el Seminario Conciliar de Tui para alumnos del entorno y afrontó la restauración del puente románico de A Ramallosa.

Entre las principales gestiones de Valverde, se encuentra también la dotación del tranvía desde Vigo a Nigrán, Baiona y Gondomar.

Tras la muerte de su esposa, Julián Valverde prosiguió con su labor altruista y cedió los terrenos para la creación del campo de fútbol de Lourido. Quizás por afición balompédica, formaría parte también de la sociedad que construyó el estadio de Balaídos en Vigo. Finalmente, falleció en 1931 a los 78 años.

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