La restauración del regato de A Venda, en Ponteareas, incluye la intervención sobre un "cruceiro" del Maestro Cerviño, de más de cien años de antigüedad, y que se encuentra sobre el portalón de una casa de labranza datada en 1890. La importancia de esta obra artística queda patente al dar nombre a la calle en la que se encuentra, calle Cantero José Cerviño. Además, la actuación implicará la demolición de un hórreo centenario, un muro perimetral de la misma época y afectará también a una bodega con un lagar del siglo pasado, todo propiedad de la misma familia.

El proyecto previsto permitirá la restauración ambiental y mejora del drenaje del río, que durante años fue objeto de agresiones e, incluso, fue entubado por parte del Concello de Ponteareas. No obstante, el propietario de este "cruceiro" y del resto de elementos arquitectónicos afectados, Gabino Porto, considera que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil hubiera podido elegir un trazado alternativo que impidiera destruir estos elementos que forman parte del patrimonio histórico y artístico de la localidad. Propone que se desvié el trazado hacia la derecha, afectando también a propiedades de su familia, pero salvando estos bienes patrimoniales.

Porto denuncia que con el proyecto aprobado se mantendrán todas las construcciones "ilegales", construidas recientemente sobre el cauce y en zona de dominio público hidráulico, como son las pistas deportivas, la piscina municipal, el edificio de la promotora Vimageda, un limpiacoches o un centro de transformación eléctrica, entre otras. Y, sin embargo, se actuará sobre este "cruceiro" de Cerviño que, según asegura, ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

Este ponteareano entiende que "no es razonable que un proyecto de restauración ambiental se diseñe manteniendo las agrasiones sufridas por el regato de A Venda y se trate de demoler el, cada vez más escaso, patrimonio cultural local".

Esta acción conjunta de la Confederación Hidrográfica, la Diputación de Pontevedra y el Concello de Ponteareas ya ha sido aprobada definitivamente y las tres administraciones han firmado un convenio para la obra que costará más de cuatro millones de euros.

Porto aclara que él no se opone a la restauración del regato de A Venda, pero considera "ilógico" que se derrumben elementos patrimoniales para ejecutar un sendero no preexistente y se mantengan construcciones recientemente ejecutadas sobre el cauce del río pese a reconocerse ilegales.