El párroco de San Martín y San Campio de Figueiró (Tomiño), José Luis Portela Trigo, canónigo de la diócesis de Tui-Vigo, recibirá el próximo viernes, día 17, a las 12 horas, el homenaje que organiza la Asociación de Veciños Fonte dos Carreiros, coincidiendo con el Día das Letras Galegas. Inaugurará un pergamino labrado en piedra por el artista Luis Álvarez. Habrá intervenciones del presidente del colectivo, Rubén Muñoz y del propio homenajeado.

Han transcurrido 43 años desde que se hizo cargo de esta parroquia, con una iglesia que amenazaba desplome por el estado de sus muros. La obra necesaria se hizo, a pesar de no tener fondos. Un préstamo del Obispado, permitió afrontarla. Desde entonces el entorno es otro mundo. Hasta allí llegan peregrinos y grupos diversos para celebrar convivencias en las instalaciones del albergue de peregrinos y recinto exterior. Cada elemento que figura en el lugar, tiene un sentido, un porqué.

"Las personas llegan al Santuario a buscar la paz del alma, también a buscar ayuda, a que les escuche", relata. Acuden con toda clase de problemas "de enfermedad, laborales, de convivencia, drogadicción, sida, alcoholismo... Y también es frecuente que vengan personas que participan en ritos satánicos o rindan culto al demonio. Llegan buscando la paz del alma y solución a sus problemas. La persona espera dos cosas: ser escuchada y comprendida", relata el sacerdote que sabe hacer frente, con agua bendita, a la presencia indeseable de Satanás.

Desde hace tiempo, la gente también llama a su puerta pidiendo ayuda para subsistir. "Una forma de ayuda es la cooperación que se mantiene con la asociación asistencial SOS Tomiño. Allí también remito a personas que han acudido primero hasta el Santuario de San Campio". Los fieles ya recibieron el mensaje de su párroco: "en lugar de flores al santo, donad alimentos no perecederos", les dijo. Y así lo hacen.

Como en todos los pueblos, en Figueiró la convivencia tiene sus altibajos. Pero una cuestión que está clara para Portela Trigo: "Después de 43 años, la gente se ama o se odia. En este caso, el homenaje es señal de amor".

Uno de sus deseos más fervientes es que los vecinos de Figueiró sepan apreciar y valorar lo que significa el Santuario de peregrinación en una parroquia y la fe que demuestran todos aquellos que acuden y que "esto sea una lección para todos nosotros".

La generosidad es una virtud que practica y que puede contemplarse en hechos, como la construcción de un templo dedicado a San Campio en Kasempa, Solvezi, en Zambia (África). "Tiene 600 metros cuadrados y también se financiaron las cubiertas para otras seis capillas de la misión", recuerda.

En Figueiró, gracias a su iniciativa, quedarán para la posteridad obras que dignifican el Santuario, como la capilla penitencial, la fuente de San Campio, con relieves del hijo pródigo y el encuentro de Jesús con la samaritana en el pozo de Jacob; la fuente del silencio; el auditorio en el área de reflexión; la fuente de los apóstoles con pileta de lavado de pies de peregrinos; fuente de la paz en el atrio; las imágenes de la Virgen de la Esperanza, de Santa Arquelaida, San Antonio de Padua, la de San Pedro; monumentos a los fundadores de la parroquia en el segundo centenario, escudo y bandera del Santo; confesionarios, dos botafumeiros; libro de peticiones de favores y de acción de gracias; capilla de la pesa; ocho campanas en escala musical; carillón; una biblioteca; un salón parroquial; dos relieves del Espíritu Santo; un relieve de Jesús; e inscripciones para la meditación.