Hace cuatro meses que la humanización debería estar terminada, según los plazos iniciales. Como en cada obra de envergadura, la climatología o los imprevistos pueden retrasar su finalización. Hasta ahí todos de acuerdo: comerciantes, vecinos y promotores de los trabajos.

Pero los últimos acontecimientos levantan suspicacias entre los afectados. Hace casi dos meses que la concesionaria del proyecto, Extraco, se dedica "a realizar comprobaciones para que todo quede en perfectas condiciones de funcionamiento". Así lo han repetido tanto la concejala de Urbanismo, Ana Simons, en varias ocasiones como la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, que licitó la obra.

¿Qué ocurre con la estación de bombeo de la calle? Es un misterio. Los trabajadores pasan allí sus jornadas y su intervención ha ocasionado cortes de tráfico diarios en la avenida a lo largo de las últimas semanas. Los afectados tienen sus sospechas y han requerido en dos ocasiones a Extraco una explicación. Ni la empresa contesta ni tampoco las administraciones. Todo apunta a errores en la ejecución de la obra, pero sus responsables callan.