La instalación del parque eólico en la Serra do Galiñeiro parece próxima. Aunque la Xunta todavía no ha autorizado el proyecto de la sociedad Terra do Vento, el partido político en el gobierno se ha posicionado a favor. El PPdeG descarta declarar el entorno parque natural, como solicitaban grupos de la oposición y miles de alegaciones, y defiende la colocación de aerogeneradores en los montes de Gondomar, Vigo, Porriño y Mos. El diputado popular Santiago Freire manifestó ayer en el Parlamento gallego que "los valores naturales de la zona están preservados con la estricta aplicación de la normativa y los procedimientos de tramitación ambiental que el Gobierno gallego aplica a un proyecto como es un parque eólico".

Freire recalcó que "es posible compatibilizar la actividad eólica con la preservación de los valores económicos, ambientales y sociales del monte". En este sentido, rechazó la utilización de una figura de protección como el parque natural "como herramienta para frenar iniciativas que ya disponen de regulación suficientemente garantista en el ámbito ambiental" y apuntó que la zona no reúne los criterios recogidos en la normativa para considerarse parque natural.

El grupo popular asegura compartir "la sensibilidad ambiental y el interés por la preservación de O Galiñeiro, pero con figuras adecuadas". En opinión de Freire, el espacio natural de interés local "sería la que mejor se adapta a las características de esta sierra".

Las manifestaciones del diputado contradicen los acuerdos plenarios unánimes de los cuatro concellos afectados en contra del parque eólico, todos gobernados por el PP, a excepción de Vigo.

El proyecto prevé un total de 13 molinos con una potencia total de 39 megavatios y una inversión de 45,8 millones de euros. Cuatro de los aerogeneradores se ubicarán en la parroquia de Vincios, en Gondomar. Su alcalde declinó valorar ayer la postura de su partido a nivel autonómico porque aseguró "desconocerla". Sí lo hizo el concejal nacionalista Antonio Araúxo, quien acusó al PPdeG de "dar prioridad a los intereses empresariales frente a los medioambientales y en contra de la ciudadanía". El edil exigirá al regidor en el próximo pleno que "haga valer la opinión unánime de la Corporación y de los miles de personas que defienden O Galiñeiro como un espacio protegido en medio de un gran área urbana".

La Plataforma en Defensa da Serra do Galiñeiro también lamenta las palabras del diputado popular y teme que supongan el preludio de un inminente permiso al complejo eólico por parte de la Xunta. Antón García, su portavoz, recordó que el proyecto de Terra do Vento provocó más de 8.000 alegaciones, tanto individuales como de colectivos sociales y partidos políticos. "No es que la Xunta deba aplicar una u otra figura de protección para facilitar o no proyectos empresariales, sino al revés. Inicialmente habrá que proteger los espacios naturales y después valorar qué proyectos se ajustan", señala. "Si el PP tiene esa sensibilidad ambiental que manifiesta Freire, ¿por qué no continuó el proceso iniciado por el bipartito para incluir O Galiñeiro en la Red Natura?", se pregunta.

El espacio natural de interés local no es, a juicio de García, una catalogación apropiada para O Galiñeiro, dado que afecta a cuatro municipios. "Debe ser la Xunta la que promueva un proceso más ambicioso para la protección integral de la zona", recalca.