Afectados por las participaciones preferentes han realizado un 'escrache' ante la vivienda del alcalde de Salvaterra en Portugal, ubicada a un kilómetro de la frontera, después de haber intentado paralizar el pleno municipal de esa localidad pontevedresa, el cual finalmente se celebró a puerta cerrada y sin la oposición.

El grupo de afectados por las preferentes se presentó este miércoles en el salón de plenos de la localidad y, al inicio de la sesión, uno de sus representantes pidió la palabra. Tras esto el pleno fue suspendido y continuó celebrándose en otra ubicación, a puerta cerrada y solamente con los miembros del PP, pues la oposición no acudió.

Después, los afectados por las preferentes se desplazaron al domicilio que el alcalde, Arturo Grandal (PP), tiene en la localidad lusa de Monçao y allí permanecieron concentrados alrededor de una hora, tras lo que se marcharon sin haber visto al regidor.

El portavoz de la plataforma de afectados por las preferentes del Baixo Miño, Xulio Vicente, criticó, en declaraciones a Europa Press, que hubiese unas medidas de seguridad "desproporcionadas" y que el pleno acabara celebrándose a puerta cerrada. "Si se esconden y no dan la cara, nosotros iremos a buscarlos", aseguró el portavoz de los afectados, quien advirtió que el colectivo "no se va a quedar acostado" mientras no se resuelva su situación.

Por otra parte, reclamó al presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, y al del PP en Pontevedra, Rafael Louzán, que pidan a los diputados populares gallegos que "voten en contra del robo" que, a su juicio, supone la quita para los tenedores de participaciones preferentes.

Alcalde

El alcalde de Salvaterra, el popular Arturo Grandal, se mostró crítico con la decisión de trasladar las movilizaciones hasta las casas familiares e hizo un llamamiento a la "cordura". "Pido que dejen a las familias en paz, porque no tienen que pagar nada de todo esto", aseguró el regidor, quien explicó que pasa unos días de la semana en una vivienda en Salvaterra y otros en la que su mujer tiene en Monçao.

Arturo Grandal consideró que "ir donde están las familias y a sus casas es pasar un línea roja que no lleva a ningún sitio" y reivindicó que, en el apoyo a los afectados por las preferentes, el Ayuntamiento de Salvaterra "ha hecho como el que más", siendo "el primero" en convocarlos, abriendo una oficina y contratando a un abogado para asesorarlos. Asimismo, destacó que "es el único que está pagando autobuses" a los afectados.

Sobre la paralización de los plenos, afirmó que el municipio no se lo puede permitir y justificó la necesidad de celebrar el de este miércoles debido a que había que aprobar el plan de ajuste para remitir a Madrid y también para "no perder una guardería de 61 plazas".

Por su parte, PSOE y BNG no acudieron a la sesión a puerta cerrada, que se celebró solo con los ediles del PP. En un comunicado, los nacionalistas acusaron al regidor de "falta de sensibilidad con el colectivo de estafados" y apuntaron que la celebración de una sesión a puerta cerrada "no es el camino a seguir".

En ese sentido, Grandal acusó a la oposición de actuar como en el refrán "a río revuelto, ganancia de pescadores" y afirmó que "son representantes del pueblo y no pueden hacer dejación de funciones" por lo que, a su juicio, "tienen que estar presentes" en los plenos.