La aparición de ovejas muertas en zonas apartadas de la comarca ya no parece un hecho aislado. El río Muíños de Nigrán registró entre los pasados meses de septiembre y octubre otros tres hallazgos de animales de esta especie, de los que alertaron usuarios del paseo que discurre junto al cauce. Al igual que en el caso de Baíña, se desconocen las causas de la muerte de aquellas ovejas, aunque todo apunta a que habían sido abandonadas después de morir. Su identificación también resultó dificultosa, puesto que al menos uno de los cadáveres presentaba una oreja cortada de forma intencionada para ocultar datos de su propietario.

Las pesquisas continúan abiertas y no se descarta que aquellos hechos tengan alguna relación con los acaecidos en los últimos días en Baíña.