BAIXO MIÑO

El festival Play-Doc reunió en sus cinco días de proyecciones a casi 6.000 espectadores

El director del certamen tudense, Ángel Sánchez, destaca como su objetivo "dar visibilidad al audiovisual gallego" y proclama su papel de valedor de la cinematografía independiente

Ángel Sánchez y Sara García, directores del Play-Doc Festival Internacional de Documentales.  // J. de Arcos

Ángel Sánchez y Sara García, directores del Play-Doc Festival Internacional de Documentales. // J. de Arcos

EVA GONZÁLEZ

La satisfacción por el trabajo bien hecho se deja notar en el equipo que ha hecho posible durante los últimos años el desarrollo de Play-Doc Festival Internacional de Documentales de Tui, que remató su novena edición el pasado domingo. No solo le avala la afluencia de un público fiel que ha sumado casi el número de 6.000 espectadores en los cinco días de proyecciones, sino que se convirtió en el valedor de la cinematografía gallega independiente en la mesa de debate abierta al público, con participación de directores, productores y programadores gallegos.

Ángel Sánchez, director del festival junto a Sara García, destacó ayer "la labor de interconectar, de dar visibilidad al audiovisual gallego" que se realiza en Play-Doc. Al término de un trabajo intenso y agotador de cinco días, el director expresó su "satisfacción por la entrega y participación del público activo, que responde cada año. Es la satisfacción después del gran sacrificio". Dentro de un mes, en el equipo "afrontaremos la realidad de continuación de este festival" que ya cuenta con proyectos alternativos, como el canal de suscripción. Una de las posibilidades que se estudiarán es el intercambio de material con otro festival. "Nos apetece hablar del futuro con optimismo", mantiene.

La mesa de debate contó con la participación de los cineastas Xan Gómez y Lois Patiño; la productora Beli Martínez, responsable de Arraianos, en la sección oficial; y Martín Pawley como representante de la crítica, quien abrió el turno de intervenciones contextualizando el nuevo cine gallego, una etiqueta que él creó y que "dio visibilidad a este cine".

"Las ayudas al talento solo suponían un 8% del total del presupuesto dedicado a la producción. Nunca una inversión tan pequeña dio resultados tan espectaculares en términos cinematográficos", apuntó el moderador, Manolo González. Luis Patiño lamentó la poca implicación de la administración en este terreno, mientras que Xan Gómez llamó a "buscar formas de financiación alternativas". En este sentido, Jaime Pena, programador del CGAI, comentó como posible salida a este bloqueo "la aparición de un Luis Miñarro en Galicia", en referencia al productor catalán que apoyó las carreras de Isabel Coixet o Apichatpong Weerasehakul, entre otros. La clave del éxito de esta generación, según Pena, es que "tuvo muy claro desde un principio que no podía hacer el cine de Martin Scorsese, pero sí el de Raya Martin". Beli Martínez, muy crítica, argumentó que todas las universidades y escuelas de imagen y sonido "enseñan como si todos los alumnos tuvieran que crear una superproducción".

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