Los rumores sobre la falta de consenso en el seno del gobierno municipal de Gondomar van tomando forma. Y no entre los dos grupos políticos que lo integran, el PP y el CDL, que continúan mostrando unidad, al menos de cara a la galería, sino entre los propios populares. El teniente de alcalde y concejal de Seguridade, Eladio Costas, deja atrás su silencioso malestar y se desmarca ya en actos públicos de la postura oficial. Lo hizo en relación a las protestas de los afectados por las preferentes tras suspenderse el último pleno y repite ahora respecto al Plan Xeral de Ordenación Municipal. Como si se tratase de un miembro más de la oposición, presentó hace semanas una batería de sugerencias al documento, que considera "totalmente errado", y lamenta que no se hayan tenido en cuenta por parte de sus compañeros ni del equipo redactor.

La empresa Eptisa, que se encarga de la confección del PXOM gondomareño, presentó el jueves el documento ya listo para la aprobación inicial en pleno, prevista en un mes. Sus representantes se reunieron con el gobierno y la oposición para explicar las líneas generales de la ordenación urbanística que han diseñado para el municipio y las razones por las que se han aceptado o no las propuestas realizadas en encuentros mantenidos en los últimos meses.

Después de la reunión, se agudizan las discrepancias entre Costas y el resto del gobierno. El alcalde, Fernando Guitián, y el concejal de Urbanismo, Carlos Lameiro, manifestaron ayer su satisfacción por los resultados, tanto de la última cita con el equipo redactor y todos los portavoces de la Corporación como de las anteriores, organizadas grupo por grupo.

El edil de Urbanismo afirma que "hubo bastante consenso entre todos los reunidos" y recalca que el gobierno de Gondomar pretende que el Plan Xeral sea "lo más consensuado posible para alcanzar la conformidad necesaria para sacar adelante la ordenación que el municipio necesita".

Nada más lejos de la realidad, en opinión del ahora díscolo del PP. Eladio Costas lamenta que los redactores no hayan considerado sus propuestas porque el plan está cargado de "errores de bulto". Afirma que solo aceptaron "un par de cosas a la ligera" de las múltiples sugerencias realizadas en torno a las delimitación de los núcleos rurales -en su opinión "lamentables"-, la demarcación fronteriza con otros municipios, la viabilidad económica - "imposible", según su criterio-, o la "desorganización" de las infraestructuras".