El cierre del túnel de O Folgoso, en la autovía A-52, a la altura de A Cañiza, no solo afecta a los cañicenses, sino también a los vecinos de otras zonas de población próximas que deben convivir con las molestias de un significativo incremento del tráfico rodado y los peligros que conlleva.

Entre los perjudicados están los vecinos de A Lamosa, en el Concello de Covelo. La carretera N-120 por la que se ha desviado el tráfico de la autovía atraviesa el centro de esta parroquia y por ella circulan muchos camiones.

Los más perjudicados son los vecinos de mayor edad, mayoría en la parroquia. Se encuentran con dificultades a diario para cruzar la carretera para ir de un lado a otro de la parroquia. "Nos cuesta mucho cruzar, sobre todo a la gente mayor que tiene que esperar mucho tiempo para pasar de un lado al otro del pueblo y cuando llueve los coches y camiones salpican", se queja la tesorera de la Asociación de Vecinos de A Lamosa, Mª Luz Álvarez.

La velocidad es otro de los inconvenientes de este tramo de la N-120. "En muchos de los tramos en los que no hay población, está fijado el límite de 60 kilómetros por hora pero en lo que es el núcleo de población de A Lamosa está a 80 kilómetros por hora y son muchos los coches que superan esa velocidad", dice la tesorera.

"La mayoría de los vecinos son jubilados, de 80 años hay muchísimos y de hasta 97 años que tienen que cruzar de un barrio a otro. Ya les cuesta cruzar por sus problemas para caminar y más teniendo que evitar coches que circulan a mucha velocidad", relata Mª Luz.

Los vecinos aseguran que el más peligroso es un tramo de diez metros. En él se detiene el autobús porque carece de parada habilitada. "A veces coincide un camión que quiere adelantar al autobús, un coche que viene adelantando... y se invade incluso el carril de bajada, por eso, hay momentos en que parece imposible que no ocurra un accidente", comenta la tesorera de la asociación.

La problemática del ganado suelto no es algo nuevo pero con el incremento de tráfico se ha agravado la peligrosidad que implica. "Llevamos muchos años con el problema de los animales sueltos pero ahora hay más tráfico y si antes podías desviarte al otro carril cuando encontrabas algún animal, o frenar y esquivarlo, ahora el otro carril viene lleno de coches y no puedes", advierte la representante vecinal.