Los espectaculares resultados conseguidos en la pasada campaña de choco en Redondela, donde los 51.000 kilos de capturas casi duplican las cifras del año anterior, ha animado a la cofradía de pescadores a renovar su vivero tradicional para facilitar la reproducción de esta especie.

El colectivo de marineros saldrá hoy al mar para depositar ramas de pino en el fondo de la ensenada en un espacio de 3.000 metros cuadrados, balizada para este fin, situado en las inmediaciones de la isla de San Simón. El patrón mayor del pósito redondelano, Clemente Bastos, destaca el éxito logrado por esta antigua técnica, que pese a ser utilizada por generaciones de pescadores, se mantenía en desuso desde hacía dos décadas debido a las trabas que ponía la administración para su empleo. "Para nosotros es fundamental proteger este recurso porque es el sustento de muchas familias en el municipio, y más en este momento de crisis", afirma.

Bastos explica que los buenos resultados de la campaña anterior les anima a renovar el vivero, unas labores que se iniciaron con la retirada de las ramas antiguas para sustituirlas por otras nuevas. Los chocos tienen una especial querencia por el pino para su reproducción, puesto que las resinas de este árbol favorecen el agarre de las huevas del cefalópodo mientras que la frondosidad del follaje protege a la cría de otras especies depredadoras. "El objetivo es garantizar el nivel de capturas en la nueva temporada", indica el patrón, ante la próxima apertura de la veda el día 4 de febrero.

El éxito de la iniciativa llevó a la Cofradía de Pescadores de Redondela a solicitar permiso a la Xunta para instalar otro espacio similar en la ensenada, en este caso, situado entre la isla de San Simón y Vilaboa. Sin embargo, aunque la petición se realizó hace varios meses, el proyecto se mantiene actualmente parado puesto que la Consellería de Mar todavía no les ha concedido la autorización.