Una joven vecina de Vigo denunció ayer ante la Guardia Civil de Baiona a los porteros de una discoteca de A Ramallosa por lo que considera una presunta "denegación de auxilio", dado que el personal del establecimiento, asegura, ni le facilitó material para curarse ni llamó una ambulancia y la retuvo contra su voluntad durante minutos en una supuesta sala de curas.

Los hechos ocurrieron en Nochevieja, en torno las cinco de la madrugada. La joven, Adriana Argibay Nandín, de 21 años, había sido agredida por otra chica con un vaso, que se rompió en su frente, agresión por la que también presentó una denuncia en el cuartel el pasado martes.

El impacto del vaso le causó una fuerte contusión y una brecha en una ceja por la que le practicaron seis puntos de sutura en el servicio de urgencias de A Xunqueira. Pero antes de acudir a este centro médico sufrió, insiste la herida, un presunto "trato negligente" por parte de los porteros.

Tras haber recibido el golpe, la chica relata que fue conducida a una sala de curas con un botiquín "que no se abrió en ningún momento". La denunciante y su amiga Antía González, vecina de Nigrán, aseguran que tuvieron que solicitar ellas mismas un cubito de hielo para cortar la hemorragia. Pasados los minutos y, "al ver que no hacían nada ni llamaban a una ambulancia", la joven recuerda que se puso "muy nerviosa" trató de abandonar el establecimiento, pero indica que los porteros se lo impedían, aunque finalmente logró salir con su grupo de amigos.

Ya fuera, pidieron ayuda a una patrulla de la Policía Local de Nigrán, que avisó a una ambulancia que la trasladó al servicio de urgencias.

Este diario trató de ponerse en contacto ayer sin éxito con responsables de la discoteca para conocer su versión de lo ocurrido.