"Íntimo" y con vocación de "ágora abierta". Así es, en palabras de su autora, el poemario "Distancias e simetrías", con el que Concepción Álvarez Lebredo logró el quinto premio de poesía Victoriano Taibo. La autora, que recibió ayer el galardón en un acto organizado por el Instituto de Estudos Miñoranos (IEM) y la Entidade Local Menor de Morgadáns, destacó que su obra recoge las "huellas" invisibles de su propia experiencia vital con el objetivo último de despertar en los lectores "emociones dormidas", explicó ante el numeroso público que acudió a la entrega del premio en las Escuelas de Guillufe, lugar en el que el literato que da nombre al galardón ejerció como docente a mediados del siglo pasado.

Álvarez Lebredo agradeció la distinción -consistente en un cheque de 3.000 euros, una estatuilla obra del artista Fino Lorenzo y la publicación del libro- y defendió ante los presentes la supervivencia de la poesía, una "rareza" en estos días, indicó, pero que durante años "ha sido el hilo que ha unido a las distintas generaciones" en forma de canciones o en la memoria colectiva.

La entrega del galardón fue presentada por Araceli Gonda y contó con la participación de la poeta Marta Dacosta, que intervino para ofrecer a los asistentes una semblanza de la figura de Victoriano Taibo, autor vinculado a las Irmandades da Fala a comienzos del siglo XX y firme defensor de la lengua y la cultura gallegas.

Junto a Marta Dacosta, entregó el premio a la ganadora el presidente de la Entidad Local Menor de Morgadáns, Urbano Esmerode, a quien acompañaron en la primera fila del salón de actos, entre otros, el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García; la segunda teniente de alcalde del Concello de Gondomar, Natalia Salgueiro; y el director del IEM, Carlos Méixome.

La ceremonia contó además con la actuación del grupo de gaitas Balcón do Miñor y con una representación a cargo del grupo de teatro aficionado Bertorella, que puso en escena el cuento "Polos de Rianxo", de Taibo.

Para cerrar el acto, el grupo musical Soño de Calíope ofreció un pequeño concierto en el que también pudieron escucharse algunos poemas de Taibo.

Además, un pequeño puesto ubicado en el salón de actos permitió al público adquirir la obra ganadora del certamen, que ya avanza hacia su sexta edición convertido en un referente cultural de la comarca.