"¿Tiene que producirse una descarga eléctrica sobre alguien o un incendio para que intervengan?". Es la pregunta que se hacen numerosos vecinos de Chandebrito desde hace una semana en relación al poste que sostiene el cableado del suministro eléctrico de las viviendas y del alumbrado público en la Rúa do Torreiro. Se encuentra partido por la mitad y sujeto por un alambre en forma de ángulo de noventa grados en un lugar concurrido por los residentes, ya que concentra el centro cultural, el recinto de fiestas y el único parque infantil de la zona, además de varias viviendas.

Cualquier movimiento puede hacer que los cables, suspendidos a apenas cuatro metros de la calzada, se caigan con "graves consecuencias", aseguran los afectados, que han exigido soluciones tanto al Concello de Nigrán como a la compañía Gas Natural-Unión Fenosa sin éxito. El riesgo es real y la reparación debe producirse "con urgencia", según indicaron ayer técnicos en electricidad consultados por este diario, que alertan de que "cualquier persona que toque esos cables corre serio peligro de electrocutarse".

El poste se rompió el pasado 29 de octubre cuando una empresa maderera contratada por la asociación de vecinos cortó unos pinos que causaban molestias en el entorno. Una rama de aquellos árboles se enganchó a los cables y el poste se quebró por la mitad. El alambre del que la asociación de vecinos dispone en la zona para colgar adornos en las fiestas o carteles, anclado a otros dos palos, lo sostiene desde entonces, aunque el peso del báculo de hormigón partido "está haciendo que esta estructura ceda y puede acabar en el suelo", argumenta el presidente del colectivo vecinal "O Castro", Víctor Vidal.

La directiva de la comunidad de montes avisó tanto al Ayuntamiento como a Fenosa. El Concello respondió enviando una brigada de operarios, que cortaron los cables del tendido público y retiraron una farola. Colocaron dos vallas, las señalizaron con cinta. "Desde el Ayuntamiento contestan que la responsabilidad es de Fenosa, apunta Vidal. Pero desde la compañía eléctrica "ni siquiera han venido para interesarse por el asunto".

Ahora se encuentran con que el poste continúa en serio riesgo de derrumbarse y con que la zona se ha quedado sin alumbrado público. "Cualquier vecino que se acerque en coche a partir de las siete de la tarde puede colisionar contra las vallas por falta de visibilidad, ya que ni siquiera hay reflectantes", protestan.

Hartos del "miedo a que ocurra una desgracia", los vecinos exigen "sentido común" tanto a la Administración local como a la empresa.